Recordó que en nuestro intestino hay una gran cantidad de bacterias que se dividen en grampositivas o gramnegativas, y Klebsiella oxytoca pertenece a este último grupo; además, en nuestro intestino es un comensal únicamente, usualmente no causa enfermedad, solo en ciertas condiciones.
Debido a estos escenarios es necesaria la detección temprana y tratamiento dirigido, por lo que la experta indicó que ante la sospecha de infecciones asociadas a la atención a la salud se requiere tomar cultivos para identificar el patógeno y adaptar la terapia, según los resultados del antibiograma.
La investigadora precisó que por el momento el brote está confinado únicamente al Estado de México y no hay, de momento, señales de que se haya diseminado más allá de dicha entidad.
Wong Chew añadió que esta cepa de Klebsiella oxytoca es resistente a varios grupos de antibióticos y puede causar infecciones más graves.
La doctora en Ciencias Médicas destacó que la población vulnerable a esta bacteria es la que tiene sistemas inmunitarios debilitados; personas con estancia en cuidados intensivos, con padecimientos pulmonares crónicos; adultos mayores; y recién nacidos, estos últimos los principales afectados.
La académica de la UNAM también sugiere que para prevenir nuevos casos se debe notificar de manera inmediata los sospechosos: todo paciente que cumpla con la definición operativa debe ser reportado a las autoridades de vigilancia epidemiológica.
Además, reforzar la higiene hospitalaria: la colocación y manejo de catéteres intravasculares deben realizarse bajo condiciones estériles estrictas, utilizando barreras (guantes, mascarillas, batas y campos estériles) y lavado de manos.
A esto hay que sumar la capacitación constante del personal médico: actualizar las prácticas en prevención de infecciones intrahospitalarias. También efectuar auditorías y supervisión continua, lo que significa que las unidades médicas tienen que monitorear, de manera activa, sus protocolos y los resultados de sus pacientes para identificar y resolver cualquier fallo en las prácticas de atención.
La universitaria enfatizó: El control de este tipo de brotes depende no solo de la intervención médica, sino también de la prevención. Fortalecer las prácticas de higiene hospitalaria y garantizar que los insumos médicos cumplan con los estándares de calidad, es fundamental para evitar situaciones similares en el futuro. (Con información de la UNAM)