El acoso escolar tiene diversas manifestaciones: agresiones físicas, sexuales, verbales y psicológicas, pero la que más ha ganado terreno es el ciberacoso o ciberbullying, que se da a través de las redes sociales para convertirse en un problema complejo.
“Es una vieja creencia pensar que para formarse como individuo se debe aprender a dar y recibir golpes, pues en realidad la violencia genera deshumanización y se corre el riesgo de convertirse en seres agresivos”, dijo el universitario en el marco del Día escolar de la no violencia y la paz, que se conmemora este miércoles.
La mejor manera de formar carácter, indicó, es a través de mecanismos que permitan al individuo solucionar conflictos sin que medie la agresión.
“Para establecer una conducta positiva en los hijos se requieren tres elementos: presencia, los padres deben ofrecer lo más posible tiempo de calidad para que los niños aprendan a comportarse; eso lleva al segundo elemento, que es la conducta ejemplar, y el tercero es el amor”, afirmó.
Sin embargo, en la actualidad las agresiones van más allá de los golpes físicos, pues se enfocan en las emociones y entorno social del agredido.
ACOSO CIBERNÉTICO
A decir de Javier Carreón, el ciberacoso se presenta con mayor frecuencia entre las personas nacidas a partir de la década de los 80, y su avance se debe al anonimato; el victimario tiene la pauta para agredir abiertamente, pues es difícil detenerlo.
Esta situación comienza por afectar la reputación y entorno social del agredido y, por ende, su autoestima, a tal punto que se destruye a sí mismo al sentirse en un ambiente hostil. “En la violencia no hay nada formativo”.
Además, las nuevas generaciones se han vuelto consumidoras y reproductoras de ciertos contenidos digitales, cuando podrían ser creativas y productoras de nuevos materiales que impliquen mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Finalmente, comentó que conmemoraciones como ésta son necesarias para visibilizar el problema y que los distintos niveles de gobierno, autoridades educativas, padres y sociedad en su conjunto hagan lo necesario para solucionarlo, pues las consecuencias son delicadas y hasta trágicas.
El 30 de enero se celebra el Día escolar de la no violencia y la paz para conmemorar en los centros educativos una cultura de respecto. En esta ocasión también se recuerda el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi, líder pacifista que defendió y promovió la no violencia y la resistencia pacífica frente a la injusticia, y que fue asesinado por sus ideas.
La Unicef determinó que la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los derechos humanos, la no violencia y la paz, son motivo para recordar el 30 de enero, y puede trabajarse en todos los niveles educativos, desde la educación infantil hasta el bachillerato.