Dormir bien es importante para estar tranquilos durante el día, pero ahora se está desfasando nuestro ciclo de sueño; además, no ver a los amigos y disminuir las actividades psicosociales –escuela, trabajo, deporte– genera estrés, y ver en exceso noticias sobre la pandemia hace que nos sintamos ansiosos, lo cual contribuye al insomnio, agregó.
A ello se suman otros trastornos como las parasomnias: sonambulismo, rechinar de dientes u orinarse dormidos, que se exacerban poco a poco al estar ansiosos, como ocurre en este periodo de cuarentena, expuso.
Para evitarlo, es necesario procurar seguir con nuestros hábitos: acostarnos y levantarnos a la hora acostumbrada y cubrir las siete horas promedio de sueño, en el caso de adultos sanos; en cuanto a los niños, se debe vigilar que duerman bien para evitar que al día siguiente estén irritables y alteren la convivencia familiar, recomendó.
También sugirió hacer actividad física por la mañana, mantener los horarios de alimentación, y si se toma una siesta, que sea temprano y no por más de 20 minutos.
Para llevar de la mejor manera la permanencia en casa, el también integrante de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sueño, recomendó limitar la exposición a las noticias para no tener una carga emocional negativa.
Asimismo, evitar la estimulación luminosa brillante de los dispositivos electrónicos antes de ir a la cama, pues no permiten que produzcamos melatonina, sustancia necesaria para empezar a dormir.
Otra sugerencia es tener contacto social virtual para disminuir el estrés. “Si bien no podemos visitar a nuestros seres queridos, sí se pueden hacer videollamadas o videoconferencias para saber cómo están y conversar”.
De igual manera, pidió evitar el consumo de tabaco, más cuando la epidemia por la que atravesamos es por una enfermedad respiratoria.
A quienes presentaban problemas de insomnio antes de la contingencia, el universitario sugirió ver la posibilidad de acudir a consultas psiquiátricas para que los apoyen con fármacos para dormir, “pero de ninguna manera automedicarse, incrementar las dosis de medicamentos o combinarlos con bebidas alcohólicas”.
“Todos estamos un poco estresados por el confinamiento, pero tarde o temprano regresaremos a nuestra vida normal y por ahora hacemos mucho cuidándonos, alimentándonos bien e hidratándonos”, concluyó el académico de la UNAM. (Boletín de la UNAM)