En su video-mensaje semanal, Córdova Morán explicó que el PEF es un documento que elabora cada año la Secretaría de Hacienda, que contiene el punto de vista del Presidente y es enviado a la Cámara de Diputados para que éstos lo analicen y le hagan modificaciones para que responda de la mejor manera a las necesidades y a los intereses del pueblo mexicano. La iniciativa de ley para modificar la Constitución para que el presupuesto elaborado no sea la forma definitiva en que se realicen los gastos y que el presidente tenga el derecho de poder modificar los egresos y la forma en que se van a gastar los dineros del pueblo, de acuerdo con su leal saber y entender y lo que él considere “prioritario y adecuado”, arriesga a los mexicanos a que el sesgo electoral sea mayor y se agudice el monopolio del poder por parte del Presidente actual.
López Obrador ya le ha dado un sesgo clientelar al manejo del presupuesto, pero ahora quiere hacerlo de manera absoluta. Se ha destinado el presupuesto público a las obras que él “considera prioritarias”, aunque no lo sean para todos, como los proyectos del Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren maya, la refinería Dos Bocas o el rescate de Pemex; otra parte del presupuesto se ha dedicado a la transferencia directa de dinero hacia algunas personas, pero el padrón de los beneficiarios no se levantó de una manera democrática sino que “fue hecho por gente que se identifica como miembro de Morena y los beneficiarios fueron seleccionados con criterio partidista”. Esto mismo ocurre con otros programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, como el reparto de las Becas Benito Juárez, y ahora con los créditos que se ofrecen para las micro, medianas y pequeñas empresas de 25 mil pesos cada una.
Aquiles Córdova recordó que el pueblo es el depositario y dueño originario del poder y a través del voto delega ese poder en representantes, incluido el presidente; “el pueblo de México es el que manda y ordena y el presidente debe obedecer; el pueblo queda representado en los diputados. Para que haya verdadera democracia debe haber división de poderes, el poder ejecutivo el poder legislativo y el poder judicial. Ninguno de estos poderes debe estar subordinado al otro, son poderes autónomos, soberanos, independientes y al único que deben obedecer es al pueblo”.
“Los diputados no pueden ceder por sí y ante sí sin consultar al pueblo, si lo hacen están traicionando la voluntad del pueblo que les dio un mandato para que lo representen y defiendan, no para que le sirvan incondicionalmente a los intereses del señor Presidente. Nos acercamos a una dictadura si permitimos y damos un paso más para que el presidente secuestre o prive a los diputados de una las funciones más importantes que tienen, decidir en última instancia cómo se gastan los dineros del pueblo; si ahora esa facultad queda en manos del Presidente, éste usará el presupuesto para comprar votos a su gusto.
En la actualidad AMLO y Morena han desatado una campaña intensa en contra de las organizaciones sociales, llamándolas intermediarias, agrediéndolas y satanizando sus manifestaciones y sus protestas. El pueblo está cada vez más inmovilizado, sometido y más amenazado por los poderes públicos y se está llegando al extremo de negarle al pueblo el derecho a formarse en partido político, como pasó con el Movimiento Antorchista Poblano que al solicitar registro, por órdenes del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, se le negó.
Aquiles Córdova hizo un llamado a todos los mexicanos a que reflexionen y se den cuenta cuenta de que “si se llega a imponer una verdadera dictadura en México, más abierta que hasta ahora, todos seremos víctimas.”