En un comunicado de la Conanp, señala que por décadas, los estudiosos y representantes de organismos ambientales han estudiado de manera superficial el vuelo del flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber) o rosa, este tema ha sido parte de un debate sobre sus formas de vida y desarrollo, aspectos hasta ahora desconocidos.
Por ello, con el apoyo de autoridades federales, se realiza un programa de estudio, monitoreo y seguimiento de los procesos de vida de esta especie que permitirá conocer el alcance de las distancias recorridas más allá de los litorales mexicanos y las rutas seguidas por las islas del Caribe.
En este proyecto participan la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en colaboración con la Fundación Pedro y Elena Hernández, A.C. (FPEH) y especialistas del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
Para tal fin, se colocarán rastreadores satelitales en cinco ejemplares adultos de la especie, tres hembras y dos machos, ubicados en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, con el objetivo de conocer más acerca de su comportamiento, así como sus movimientos a través de los humedales costeros de la península de Yucatán.
El peso del transmisor es menor al 2.3 por ciento del peso corporal de los flamencos y el tiempo de colocación de los transmisores fue de aproximadamente 15 minutos, protegiendo así la integridad de los ejemplares.
En el reporte dado a conocer, se establece que, con sistemas de rastreo será posible obtener información sobre las fechas y la ruta migratoria, hasta ahora desconocidos por los especialistas, así como establecer un proceso de marcaje o anillamiento de ejemplares jóvenes, lo que permitirá obtener información adicional como su longevidad.
En México, el flamenco del Caribe o rosa tiene como principal zona de anidación los humedales costeros de la Ría Lagartos. En esta área natural protegida se han realizado trabajos significativos para la conservación de la especie, que van desde la restauración de áreas de anidación, hasta el marcaje de juveniles y el monitoreo constante de sus movimientos.
Dado que la especie puede encontrarse a lo largo de la costa de la península yucateca, los flamencos son indicadores significativos del éxito y prioridades en las labores de conservación de los humedales costeros.
En la actualidad, el movimiento de los flamencos es asociado al cambio climático y modificaciones en los niveles de agua en las áreas de alimentación y reproducción, observándose desplazamientos de grandes distancias hacia sitios donde las entradas de agua dulce a los humedales permiten el desarrollo de sus fuentes de alimentación.
El flamenco del Caribe alcanza una altura de 1,20 a 1,40 metros. El macho pesa en promedio 2,8 y la hembra 2,2 kilogramos.
Esta especie es la más grande del continente, y la segunda de nuestro planeta. Su color puede variar desde el rosa pálido hasta un carmesí o bermellón, dependiendo de la zona donde viva y de la cantidad de crustáceos con altos contenidos carotenoides que consuma, según reportan los especialistas. (FOTO: ACOM)