Sin las abejas, “84 por ciento de las más de 200 especies de cultivo se verían afectadas, y de éstas, 100 proporcionan el 90 por ciento de los alimentos en el mundo. La humanidad enfrentaría entonces un problema de desabasto de alimentos”, advirtió.
En el marco del Día Mundial de las Abejas, que se conmemora este 20 de mayo, el responsable del Laboratorio del Servicio de Análisis de Propóleos (LASAP) de la entidad universitaria indicó que la importancia de los productos de la colmena radica en que aportan vitaminas y minerales, y tienen actividad antibacteriana y antiviral para el cuerpo humano.
“En la FES Cuautitlán hemos demostrado que los propóleos mexicanos tienen actividad contra dos virus causantes de enfermedades respiratorias”, lo que fundamenta su uso como preventivo, sobre todo en estos momentos de la pandemia, subrayó.
De igual manera, explicó que el veneno de abeja es probado para la Covid-19 y es una aportación importante en estos momentos en que no hay vacuna ni medicamentos contra el nuevo coronavirus.
“En días pasados, en la publicación científica Toxicon se dio a conocer que en China se realizó una encuesta entre cinco mil 115 apicultores, 723 de los cuales se ubican en Wuhan, epicentro de la pandemia, y ninguno presentó síntomas del padecimiento”.
Consumo en México
Refirió que en México hay aproximadamente 46 especies de abejas nativas, sin aguijón; las civilizaciones antiguas, como mayas, olmecas, zapotecas o mexicas conocían las virtudes de la miel y era un tributo para los gobernantes.
Hoy, son dañadas por la actividad antropogénica. Por ejemplo, la contaminación del aire reduce la potencia de los mensajes químicos que emiten las flores para que las abejas y otros insectos las localicen. Pero la causa principal de la disminución de las poblaciones es el uso de insecticidas con neonicotinoides, una sustancia que afecta el sistema nervioso central de esos himenópteros, expuso el especialista.
Nuestro país es el octavo productor de miel y la tercera potencia mundial en exportación, con una producción cercana a las 62 mil toneladas anuales, récord de producción alcanzado en 2019. Además, hay diversidad de sabores, colores y texturas, determinados por el tipo de flor, detalló Tonatiuh Cruz.
Pero “no consumimos miel. Uno de nuestros principales compradores es Alemania; allá, siete de cada 10 kilogramos que utilizan son mexicanos. Consumen en promedio dos kilogramos de miel por persona al año; aquí apenas una o dos cucharadas”.
Es importante la ingesta de miel, dos cucharadas al día en el caso de los adultos, pues es un complemento alimenticio con una larga lista de beneficios: contiene vitaminas y minerales, tiene actividad antibacteriana y antiviral. “La miel de la abeja melipona es de tipo medicinal porque es ácida, lo que impide el crecimiento de bacterias, hongos y virus”.
Las abejas, destacó el experto, son la única especie animal reconocida por el gobierno mexicano y aquí el Día Nacional de la Abeja se celebra el 17 de agosto. También es la única con su propio atlas: el Atlas nacional de la abeja y derivados apícolas (https://atlasapi2019.github.io/).
En nuestro territorio hay 47 mil apicultores registrados y dos millones y medios de colmenas. Una de las formas de apoyar a la conservación de las abejas es consumiendo miel y, sobre todo, disminuir el uso de insecticidas, pues, aunque hay interés de las autoridades para impedir su uso, “falta mucho por hacer”. En Yucatán, principal productor de miel del país, se han ganado batallas legales para prohibir el uso de esos insecticidas, pero es sólo a nivel local.
Las abejas en el mundo
El universitario recordó que existen alrededor de 20 mil especies de abejas en el mundo. Las más comunes e importantes para la producción agropecuaria son las del género Apis.
Aunque organizaciones internacionales y agrupaciones científicas las declararon los seres vivos más importantes del planeta, enfrentan serios problemas como el cambio climático y el uso de pesticidas, lo que ha llevado a que sus poblaciones en el mundo disminuyan, a una tasa de 30 por ciento anual.
En China la situación es tan grave, que han tenido que hacer la polinización de las plantas a mano. “Se buscan alternativas porque la disminución es drástica”.
En Europa está prohibido el uso de esos insecticidas desde 2018, pero no ocurre lo mismo en otras regiones, donde se utilizan en cultivos de maíz, algodón y girasol. “En México, por ejemplo, se usan en la producción de aguacate, lo que afecta tanto a los insectos como a las personas”, concluyó. (Boletín de la UNAM)