Debido a la emergencia sanitaria por la que transitamos, es importante replantear los compromisos en una relación, o buscar formas de ejercer nuestra sexualidad, que permitan evitar la propagación del virus, dijo.
“La Covid-19 no es una enfermedad de transmisión sexual, pero debe considerarse que sí se adquiere mediante la saliva, por lo que los besos son una fuente importante de contagio. Además, al estar muy cerca de una persona nos exponemos a los fluidos que emite al hablar, toser o estornudar”, explicó la sexóloga.
El miedo puede ser una limitante para ejercer la sexualidad, “creo que nos encontramos con un fenómeno parecido al que se presentó con el VIH, cuando algunas personas tenían un miedo irracional a relacionarse sexualmente; incluso hoy en día permanece esta reserva en un sector importante de la población”, subrayó.
Sin embargo, es importante saber que, si se toman las medidas necesarias, las probabilidades de contagio se reducen. “Se deberán extremar las recomendaciones de higiene y prevención”.
Nélida Padilla resaltó que para disfrutar de la sexualidad no siempre se requiere de alguien más. “El confinamiento ha sido una oportunidad para muchos de experimentar otros aspectos de su vida sexual”.
Aclaró que el disfrute va más allá de la práctica erótica, también se puede gozar de una lectura que brinde plenitud y bienestar, de alguna actividad artística, o compartir con amigos y familiares mediante las redes sociales. “Es fundamental ampliar la percepción de la sexualidad, pues no sólo implica el coito; abarca todo lo que somos, está en lo que sentimos, hacemos, gozamos, pensamos, y se puede expresar con emociones, actividades, sentimientos y conductas”.
Finalmente, reiteró que, para evitar contagios, además de usar preservativo y láminas de látex, se deben lavar las manos antes y después de cualquier relación sexual, no tener este tipo de contacto con personas recién conocidas, y usar responsablemente las redes sociales para el intercambio erótico. (Boletín de la UNAM)