Como hemos informado, el Senado de la República despenalizó la portación, producción y consumo de la cannabis bajo ciertas condiciones para uso recreativo, medicinal e industrial, lo cual aún tendrá que contar con el visto bueno de la Cámara de Diputados.
“Combatir las adicciones es mucho más que un discurso, hay que poner dinero, hay que poner políticas públicas y tiene que ser en todos los niveles, desde los ayuntamientos, hasta el gobierno federal, el no hacerlo es lo que nos tiene en este escenario, la gente está empezando a consumir en Yucatán a los 14 años, hace 5 era a los 17, no podemos seguir igual”, acotó.
Consideró que la autorización de portar 28 cigarros de mariguana por parte de cualquier ciudadano no puede ser considerado como un acto de criminalizar de nueva cuenta a quienes con adictos al enervante.
Abundó que uno de los cambios que lograron impulsar en el dictamen original es que se considerará como narcomenudeo la operación de más de 28 kilogramos de la planta y no de 55 kilogramos como se planteaba de inicio.
“Tampoco se puede abrir todo, como lo hacemos con el alcohol, como lo hacemos con la otras cosas que afectan a la sociedad, hay que decirlo muy claro es algo que afecta a la salud que la gente va a tener la libertad de decidir si se daña o no se daña”, dijo.
Indicó que la industria del ropa realizado con hilo de cáñamo (derivado de la cannabis) será una industria que podría beneficiar en gran medida a Yucatán, pues si clima favorecía la cosecha de la planta de donde se extraería dicho material.
Asimismo, consideró que el sector salud se verá beneficiado con la despenalización del enervante, pues se podrán explorar como la planta pude ser utilizada en ciertos tratamientos médicos.
