Entrevistado en la capital yucateca luego de participar en el foro “Presentación de proyectos de base tecnológica en materia de cambio climático y descarbonización del planeta” realizado en Mérida, Ramírez Marín habló de la intentona de la cuarta transformación (4T) por reformar el marco electoral vigente.
“Obviamente se trata de una ley no solamente regresiva, sino gandalla, es una ley que quiere quitarle a todos los que son opositores la oportunidad de defenderse y dejarle todo al partido que está en el gobierno, eso no lo hemos visto desde los años 70”, estableció.
Consideró que el supuesto ahorro que busca la reforma electoral de López Obrador, contrasta con el dispendio de recursos del erario que fueron gastados en una consulta popular que ninguno de los opositores solicitó.
“No necesitamos que la política sea más barata, necesitamos que los gobiernos gasten menos, eso es otra cosa, la política no se debe abaratar, lo que debe costar menos es la política que hacen los gobiernos (…) porque gastamos mil 800 millones de pesos, en una caprichosa consulta que nadie pidió más que el gobierno y ahora nos dice el gobierno que está muy preocupado por el destino de los recursos”, apuntó.
Aseguró que el partido que más impugnaciones tiene por el manejo opaco de los recursos públicos utilizados en campaña es el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Señaló que la intención de proponer algo de tal magnitud obedece más a una estrategia para distraer a la opinión publica de los verdaderos problemas que enfrenta el país.
“No le veo condiciones para que pueda pasar, por eso apuesto más a que se trata de un distractor para que se siga hablando de esta otra realidad que nos está pegando en la cabeza a cada rato, sobre todo cuando va la gente al mercado, cuando va a un hospital público, cuando van a una farmacia y ven cuanto han aumentado las medicinas, no quiere que se hable de eso”, comentó.
