En el Salón de Plenos se encontraba Aurora Guerrero Peralta, quien hace algunos meses fue víctima de un acto de discriminación al dar “chuchú” en un restaurante al norte de la capital yucateca, pues empleados de ese lugar le exigieron que se retirara o dejara de amamantar debido a que uno de los comensales se sintió ofendido por el acto.
“Estaba comiendo en un restaurante del norte de Mérida, a mi bebé le dio hambre, le di chuchú, a los dos o tres minutos llega un mesero y me dice si por favor me puedo retirar o le puedo dejar de dar el pecho a mi hijo porque habían unas personas que estaban incómodas, yo me negué porque mi bebé tenía hambre como cualquiera”, expuso.
Lamentó que la reacción tanto de los meseros como del comensal fue como si se tratara de un acto obsceno, por lo que el reclamo le causó malestar y coraje.
“Me sentí enojada, molesta, decepcionada, de la sociedad que cuando hay mujeres con escote o bikinis algunas personas no se ofenden, por el contrario, las ven con sorpresa o con morbo, pero cuando una mujer está amamantando a su hijo que es un acto muy natural, se ofenden”, explicó.
Ante la discriminación que fue objeto por parte del personal de ese restaurante, consideró que la iniciativa aprobada este en el Congreso del Estado para evitar que las mujeres puedan amamantar en cualquier lugar, es un gran logro para evitar cualquier acto de discriminación para mujeres en estado de lactancia.
Aurora fue acompañada por activistas que promueven la lactancia como uno de los alimentos más importantes de la vida de cualquier persona, las cuales estaban encabezadas por Aline Gámez Quintana, integrante del Movimiento “Todas por la Chuchú”.
“Impulsamos esta iniciativa de ley por el Movimiento Todas por la Cuchú, que es un movimiento que protege a la mujer lactante, de poderlo hacer de manera libre en cualquier lugar y a la hora que su bebé lo necesite”, dijo.
Señaló que el caso de Aurora no es único, pues en diversas ocasiones son invitadas para salir de lugares públicos por el solo hecho de alimentar a su hijo, lo cual representa una violación a los derechos tanto del menor como de la madre.
El dictamen que fue aprobado por unanimidad este miércoles en sesión ordinaria fue avalado la semana pasada en la Comisión de Igualdad de Género del Congreso local, cuya presidenta Romero Bastarrachea, lamentó que existan prácticas discriminatorias para madres que solo pretenden a dar de comer a sus hijos.
Explicó que las modificaciones realizadas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, establecen de manera clara la prohibición de cualquier acto que atente o denigre el acto de lactar o alimentar a un bebé, así como la condicionante para que en centros de trabajo se puedan establecer lugares donde la mujer pueda alimentar a su hijo, o bien, sacar la leche materna para su posterior uso.
Ante la presencia de asociaciones civiles, la promovente de la iniciativa, Karla Franco Blanco, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lamentó que se tenga que legislar para proteger algo tan normal y natural, como es amamantar a un bebé libremente, que se traduce en vida; por ello, se establece que en la “medida de la suficiencia presupuestal” de las dependencias y entidades estatales, así como también de los municipios, se instalen espacios físicos, destinados a lactarios.
“El objetivo principal de la iniciativa, es la libertad de amamantar en público o en privado, sin discriminación, sin inhibir, ni limitar el pleno ejercicio de los derechos y libertad fundamental de la lactancia materna”, recalcó.