Si bien, Ramírez Marín contó con la presencia en su informe de la totalidad de la clase política priista, de senadores de otros partidos políticos y empresarios, la gran ausente fue su compañera de fórmula, Verónica Camino Farjart.
Al hacer uso de la palabra, el llamado “prócer”, argumentó que el amparo concedido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a un ciudadano para el uso lúdico de la cocaína, deja en claro que la sociedad demanda de sus legisladores leyes de avanzada que enfrenten los nuevos paradigmas.
Indicó que temas como la inteligencia artificial, la filosofía de género, el consumo de plásticos y otros más, deben ser abordados de manera urgente para que otros poderes del estado no se vean obligados a interpretar la ley cuando se enfrenten a ellos.
Afirmo que el medio ambiente no es un asunto de colores, por lo que llamó a la sociedad en su conjunto a sumar esfuerzos para forjar mejor planeta.
Ramírez Marín demandó un trato equitativo en materia energética para Yucatán, pues mientras que en el centro del país, una empresa tiene incrementos en el pago de electricidad mínimos, en la entidad una industria pagó hasta 187 por ciento más por el mismo servicio.
“No pedimos subsidios ni perdón de deudas, pedimos que se preste la atención debida a Yucatán”, remató.
Destacó que a pesar de tal inequidad, la entidad ha crecido durante seis años consecutivos por encima de la media nacional.
Finalmente, señaló que otras de sus luchas en el Senado será que se pueda utilizar en la entidad la “bandera yucateca”, pues ella representa los colores de México y a la misma vez la grandeza del estado.