Durante su intervención, hizo un llamado a que se retomen los esfuerzos para eliminar la desigualdad que se tenían antes de la aparición del virus.
Para Ramírez Marín, el último año puede dividirse en tres etapas: el periodo previo a la pandemia, cuando los países asumieron los objetivos para el desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, especialmente, el de combatir la desigualdad.
El segundo lapso, lo marcó la pandemia con una crisis económica histórica, la pérdida de empleo, el incremento de la violencia intrafamiliar, y, por ende, un aumento en las brechas socioeconómicas.
Finalmente, Ramírez Marín, explicó que la tercera etapa, en la que nos encontramos, es el periodo en el que cada país debe retomar los objetivos para que cada ser humano pueda contar con las mismas alternativas.
“Para asegurar la paz, necesitamos asegurar que todos tengan las mismas oportunidades. La post-pandemia debe estar marcada por retomar los objetivos que teníamos antes de ella. Fronteras cerradas, persecuciones, gobiernos con opacidad, no van ayudar a retomar el escenario previo. Tenemos que estar pendientes de que se recuperen los objetivos del desarrollo y tengamos esa humanidad con las mismas oportunidades”, enfatizó.
Ramírez Marín, reconoció las medidas implementadas por Corea para contener la enfermedad: transparencia, acciones y restricciones basadas en evidencia científica y la aplicación de pruebas entre toda la población.
También, aquellas tomadas por Turquía para la atención a los más de cuatro millones de refugiados que se encuentran en su territorio, así como las establecidas por Australia para atender los llamados de emergencia por violencia al interior de los hogares.
Finalmente, el legislador coincidió en que las problemáticas ocasionadas por el confinamiento son similares en todos los países, de ahí que la realización de foros en que se intercambien experiencias es de suma importancia, ya que juntos, en unidad, todos los países pueden contribuir a que este desafío se supere con éxito.
