“Se trata de dos composiciones que son fundamentales en el desarrollo de la música, particularmente de la sinfonía, de ahí la importancia estética de este décimo tercer programa de la actual temporada”, resaltó el director de la agrupación, Juan Carlos Lomónaco.
Son obras que permitirán ampliar el repertorio de la OSY y mostrar la madurez alcanzada por la orquesta en sus 18 años de trayectoria artística gracias a sus integrantes, todos ellos de nivel profesional, recalcó el titular.
Los días viernes 10 y domingo 12 de junio a las 20 y 12 horas, respectivamente, se presentará la sinfónica en el Teatro Peón Contreras.
Franz Joseph Haydn (1732-1809), de origen austriaco, es reconocido como el “Padre de la sinfonía” por su vasta creación de 107 obras de ese género – cifra actualizada según musicólogos-, una antología que muestra su creatividad y talento con alto sentido de desarrollo de la orquestación.
Haydn es un pilar del periodo del Clasicismo musical que compuso para la rica y aristocrática familia Esterházy de Hungría. Sus creaciones trascendieron las fronteras e incluso fue muy solicitado en Londres, de tal forma que se convirtió por su originalidad como uno de los compositores más célebres de toda Europa.
La Sinfonía 49, “La Pasión” marca el punto de inflexión a una nueva etapa de creación de las posteriores composiciones caracterizadas por la originalidad y diversidad estilística que le dieron a Haydn la inmortalidad.
El grupo de sinfonías de la 49 a la 56 fue compuesto entre 1768 y 1780, en particular la Sinfonía No. 49 en Fa menor vio la luz, incluso en etapa ejecutiva, en 1768, según el original que se conserva en Estocolmo y las crónicas de la época.
El subtítulo de “La Pasión” no es atribuible a Haydn y tampoco mantiene relación alguna con el drama de Cristo; sino que le fue puesto en referencia a su carácter profundo, casi meditativo, reforzado por el hecho (poco común) de que sus cuatro tiempos están escritos en la oscura tonalidad de Fa menor.
La obra complementaria del programa 13 es la Sinfonía No. 5 en Re mayor, Op. 107, “Reforma”, la cual representa para los críticos y musicólogos lo mejor de las sinfonías compuestas por el autor alemán, Félix Mendelssohn (1809-1847).
La Sinfonía “Reforma” fue compuesta en 1830 en honor al tricentenario de la presentación de las confesiones de Augsburgo, también conocidas como Confesión Augustana, que constituyó en 1530 la primera exposición oficial de los principios del luteranismo, punto de inflexión en la Reforma Protestante.
Sin embargo, el compositor, debido a problemas de salud, que incluyó sarampión, no pudo terminar a tiempo su sinfonía para incluirla en las celebraciones ordenadas por el rey Federico Guillermo III de Prusia, por lo que fue estrenada por el propio autor, después de una revisión, hasta noviembre de 1832 en Berlín.
En 1838 Mendelssohn declaró que quiso destruir su composición. En su mente, la obra estaba ligada por entero a la celebración para la que fue escrita, lo cual hizo que el compositor la abandonara una vez que pasó la ocasión, y nunca volvió a interpretarse durante su vida.
La partitura escrita en tres tiempos en realidad es la segunda de las cinco sinfonías compuestas para gran orquesta, pero fue publicada en 1868, 21 años después de la muerte de Mendelssohn, como Sinfonía 5. Aunque no es muy interpretada, en la actualidad goza de mayor popularidad que durante la vida del compositor.
Los boletos para este atractivo programa están disponibles en las taquillas del Teatro Peón Contreras.