Dicho proyecto reintegra saberes ancestrales, botánica, danza, arqueología y arte, con el fin de revalorizar los conocimientos de los pueblos originarios, para dar visibilidad a sus técnicas y oficios, además de fomentar un cambio en las formas sociales de pensar y la realidad, explicó la creadora.
Es un espacio donde se comparte redes de conocimiento, formas de acceso, códigos, convenciones y sistemas de lenguaje, para forjar nuevos valores, a través del diálogo, la especulación interdisciplinaria, el aprendizaje compartido y el conocimiento tradicional, de y con la comunidad de Mérida.
La idea surgió como parte de la búsqueda incesante por la revisión del pasado histórico, particularmente la conquista y la colonización de América, que invisibilizaron los saberes prehispánicos, otras formas de vida y conocimientos no hegemónicos, así que se dio a la tarea de generar propuestas que contrarresten la formación y educación occidental, en la que hemos estado inmersos por más de 500 años.
Para 2020, realizó “Ejercicio de curación 1 y 2”, donde representa una especulación gestual y simbólica de su propio cuerpo, en resonancia con posturas representadas en cuencos arqueológicos de diversas zonas de Mesoamérica y ciertas plantas del Códice de la Cruz-Badiano, antecedente de esta exhibición.
Con esto, da continuidad a su exploración de la noción de “mal aire”, desde el conocimiento de la medicina tradicional de la península de Yucatán, así como otras disciplinas fundamentales, como la etnobiología y la arqueología, a fin de acercarnos a la comprensión de esta riqueza cultural.
Integran la muestra cinco tótems en tela, dibujo y cerámica; la proyección de dos videos, y una sala para documentación, con la tres números de la revista digital Juchari Palabra, mapas conceptuales y libros, así como 19 fichas de consulta y reproducciones en vinilo, de plantas que seleccionó el Centro de Investigación Científica (CICY).
Antes de la inauguración, se llevó a cabo un conversatorio con las y los médicos tradicionales Leydi Lucely Dorantes Cob, Rosario Cetina Chan, Edgar Peraza Chan y Carmito Ek Catzin, que platicaron y compartieron sus nociones, desde la cosmovisión maya, de lo que representan las enfermedades, donde no sólo interviene el aspecto físico, sino también el mental, espiritual y emocional.
También, abordaron la importancia de las energías, la utilización de plantas para tratar las diversas dolencias, su formación y lo relevante de transmitir el conocimiento a otras generaciones, para que se mantengan los saberes ancestrales, que tenían una estrecha relación con la naturaleza.