La muestra, conformada por 28 impresiones, ofrece al público escenas post mortem, una práctica que en Yucatán se usó desde la época del romanticismo hasta mediados de 1950, como parte esencial para recordar a los seres queridos y brindar consuelo a las familias, destacó la coordinadora de la Fototeca, Cinthya Cruz Castro.
Detalló que los visitantes podrán observar retratos de niños y adultos recién fallecidos en casas particulares, cortejos fúnebres y velorios.
“En la exposición, podrán ver a los que se les conoce como Angelitos, estos son retratos de niños que acababan de fallecer y usualmente eran fotografiados con su madre, y posteriormente con los demás miembros de la familia”, dijo.
Resaltó que las imágenes que conforman esta exposición buscan resaltar la importancia y el respeto por los difuntos.
“Estas fotografías eran sumamente importantes para los seres queridos pues llegaba a ser la única imagen que ellos guardaban del difunto, ya que en ese entonces la fotografía era muy costosa”, explicó.
Para finalizar, Cruz Castro agregó que este servicio era solicitado en todas las clases sociales, no obstante, existía una clara diferencia en la forma de despedir a sus seres queridos.
Las familias adineradas lo hacían con una parafernalia a manera tributo, en capillas o incluso en la Santa Iglesia Catedral, mientras que, en la clase baja, los funerales eran sobrios, algunos en el patio y con adornos de flores.
Cabe recalcar que la Fototeca Pedro Guerra de la UADY tiene como tarea resguardar, preservar y conservar material (objetos) fotográfico producido y referente a la memoria gráfica del sureste.
Esta institución, que pertenece a la Facultad de Ciencias Antropológicas, brinda al público la oportunidad de revisar en su catálogo en línea más de 66 mil imágenes sobre la historia social y cultural del Estado.
La exposición “Retratos Eternos” se realiza como parte del Programa Institucional de Cultura para el Desarrollo y permanecerá abierta durante todo noviembre en los pasillos del CCU ubicado en la calle 57 con 60 del Centro Histórico de Mérida, en horarios de lunes a viernes de 8 a 16 horas y sábado de 8 a 13 horas.