La Sinfonía No. 8 del alemán Beethoven, la Suite del ballet “Le Cid” del francés Massenet y Capricho italiano del ruso Tchaikovsky conforman el repertorio. El director general del Fideicomiso Garante de la OSY, Miguel Escobedo, y la presidenta del Patronato de la OSY, Margarita Molina, dieron la bienvenida al retorno de Bartosz Zurakowski para encabezar como huésped la máxima agrupación musical del estado.
Es graduado de la Academia de Música Frederic Chopin en Warsaw, la Academia de Música Grażyna y Kiejstut Bacewicz en Łodź, además de la Facultad de Administración en la Universidad de Warsaw y Maestría en Administración de Negocios (Universidad de Gdansk en Polonia y la Escuela de Administración de Róterdam, Holanda).
Desde 2011 funge como director principal de la Filarmónica de Opole. En mayo 2012 grabó un CD de música de Karl Fiorini con la orquesta Sinfónica Filarmónica de Sudetes, por el cual recibió favorables comentarios críticas en la prensa británica, americana, francesa y de Nueva Zelanda. En 2014 y 2015 fue invitado a dirigir la Orquesta Sinfónica de la Ópera Real Escocesa en Glasgow.
Del contenido del Programa No.7, el director invitado resaltó la grandeza estética de la Sinfonía No. 8 de Beethoven, la cual fue acabada en 1812 conjuntamente con la Sinfonía No. 7. La Sinfonía No. 8 se estrenó el 27 de febrero de 1814 y pasó casi inadvertida, mala suerte que perduró largo tiempo. Las proporciones de esta sinfonía son menos amplias que las anteriores y es perfecta, como ha dicho Héctor Berlioz, “en el triple concepto de la instrumentación, del ritmo y del estilo melódico”.
La Sinfonía No. 8 en fa mayor, op. 93, con la cual la OSY abrirá el concierto, es de las preferidas no sólo de los beethovenianos, sino de los críticos, musicólogos y público en general desde su estreno en Viena que dirigió el propio compositor.
La Suite del ballet “Le Cid” está basada en la ópera del mismo nombre del francés Jules Massenet, quien se inspiró en la leyenda del noble castellano Rodrigo Díaz de Vivar, del siglo XI, que heroicamente libró a Castilla de los moros con el apoyo de su esposa Chimene (en francés Rodrigue y Chimene).
La ópera conserva un lugar marginal en el escenario debido en gran medida a la suite de ballet, la cual es un concierto popular e incluye bailes de diferentes regiones de España: Castillane, Andalouse, Aragonés, Alborada, Catalane, Madrilene y Navarraise.
El “Capricho italiano” Op. 45 es una obra para orquesta compuesta entre enero y mayo de 1880 y estrenada en Moscú en diciembre de ese mismo año. Existe también una adaptación para piano en cuatro manos que hizo posteriormente el mismo Tchaikovsky.
Como el nombre lo indica, la obra emula las melodías y sonidos propios del folclor italiano que Tchaikovsky conoció durante unas vacaciones entre 1879 y 1880, periodo en el que visitó Florencia, Roma, Nápoles y Venecia, y representa una de las preferidas del público.
Miguel Escobedo indicó que los boletos para el concierto (80, 150, 200 y 250 pesos) podrán adquirirse en las taquillas del Teatro Peón Contreras.