"Las tortugas tienen que estar seguras del sitio donde van a poner sus huevos. A veces pueden tardar una hora o más buscando ese sitio. No está pasando nada, no es que estén desorientadas", explicó.
"Es un proceso natural, entonces, hay que darles tiempo y hay que darles el espacio para que ellas puedan hacer la labor de colocar sus huevos en la arena", mencionó.
Reconoció que este proceso natural resulta atractivo para las personas, quienes, con buenas intenciones, tratan de regresar al mar al organismo cuando este no lo necesita, poniendo en riesgo su integridad.
Ante esto, llamó a los ciudadanos a mantenerse a una distancia de hasta 10 metros de las tortugas, evitar alumbrarlas o tocarlas y, sobre todo, no hacer ruidos fuertes cuando estas realicen el desove.
Dijo que solamente en caso de que estas se encuentren dentro de algún sitio de riesgo o una vivienda, se debe solicitar apoyo a las autoridades competentes quienes se encargarán de manipular al ejemplar de la forma adecuada para su regreso al mar.
Recordó que la temporada de anidación de tortugas marinas va de abril a octubre, siendo julio y agosto los meses con más alta afluencia de quelonios en la costa. (ACOM)