Como se recordará, en 2019 se inició el proceso respectivo para rescatarlos, lo cual incluye conocer su estado de salud, esterilizarlos, curarlos -en caso necesario- y de ser posible darlos en adopción, una vez que estén sanos.
Otra posibilidad es que sean regresados a la zona -ya esterilizados, como se indicó- pues forman parte de un equilibrio en el ecosistema de la zona, a fin de que no lleguen más animales y se multipliquen las jaurías.
Pero ese proceso inicial no se pudo terminar a consecuencia del inicio de la pandemia de Covid-19, que ocasionó el cierre del sitio y por tanto los canes ya no encontraban comida que les daban los artesanos y demás vendedores, lo que ocasionó que se alejen del lugar.
Las fuertes tormentas y los huracanes que pasaron por Yucatán durante 2019, también contribuyeron a alejarlos de la zona.
En recientes fechas se han visto a estos animales subir a El Castillo de Chichén Itzá, aunque que posiblemente sean otros de los que se veían anteriormente.
Aunque se trata de la zona arqueológica, esta acción la realiza Cultur a petición de los responsables del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Yucatán en Chichén.
Las asociaciones que apoyan en esta tarea son Planned Pethood, representada por Antonio Ríos Pérez; Perpópolis, que encabeza Lourdes Durán, y Cinco Patas, a cargo de Azalía May.
Se informó que a través de las redes sociales virtuales se dará a conocer sobre los perros que podrían ser adoptados, a fin de que si alguien lo desea pueda quedarse con alguno.