Mediante una denuncia pública, Gerardo Durán Carrasco, director de ese medio informativo, señaló que “el linchamiento mediático al que ha sido sometido nuestro reportero, Félix Bigman, demuestra el grado de ineficiencia de las autoridades y le da razón a nuestro periodista”.
“La sociedad ya no cree en las autoridades y prefiere el linchamiento mediático que la vía legal y que, como parece ser este caso, las autoridades prefieren, mediante una sistemática desacreditación de la persona, acallar las voces que desnudan su corrupción, nepotismo e ineficiencia como servidores públicos, en lugar de dar soluciones en bien de la sociedad que les eligió”, precisó.
Acusó a María Herrera de generar una campaña de linchamiento público en contra de Bigman, quien ha realizado diferentes publicaciones como la desaparición de restos humanos en el panteón municipal de Kanasín relacionados con ritos religiosos.
“Los reporteros son seres humanos, y los medios de comunicación están manejados por seres humanos, dentro de esta lógica, los medios de comunicación podemos equivocarnos en la medida en que, como seres humanos, cometemos errores. Si María Herrera fue acosada y/o agredida por nuestro periodista, ella puede recurrir a la agencia del Ministerio Público para interponer la querella correspondiente. Es su derecho”, expuso.
Resulta curioso, cita el texto, que la misma María Herrera, quien fue asistente de la directora de imagen, Guadalupe Uicab, en la administración pasada no confíe en las autoridades y que prefiera irse por el sentido contrario a las leyes y las instituciones y difamar públicamente a una persona.
“Ahora la que está cometiendo un delito es ella. Sin embargo, hay muchos elementos que pueden llevan a pensar que Herrera no está actuando sola y que es muy probable que ella sólo sea un peón de una partida de ajedrez y la mano que mueve las piezas sea de Palacio Municipal”, señaló el periodista.
De ahí, finalizó, que la denuncia interpuesta por Félix Bigman en la Agencia del Ministerio Público, el pasado 30 de noviembre, por presuntos delitos de difamación e incitación pública a la violencia, sea en contra de la misma María Herrera y de quienes resulten responsables.