Quienes asisten aseguran que las reuniones les han permitido mejorar su calidad de vida, como el caso de Melissa, quien informó a TRIBUNA que desde que empezó a asistir a las reuniones hace 16 años, ha mejorado su estado de ánimo y sus relaciones personales y familiares.
“Cuando llegué pesaba 20 kilos menos, además llegué con taquicardia, con insomnio y sintiendo mucho odio hacia la gente, hacia a mi entorno y hacia todo. Pero ya me integro y gustan las reuniones y pues el grupo me ha ofrecido tranquilidad”, expresó.
Instó a la gente que esté pasando por un momento de neurosis, que puede manifestarse en celos, depresión angustia o miedo, buscar ayuda para mejorar su estado de ánimo y también el entorno en el que habitan.
“Que la gente se entere que hay un lugar en donde si se siente mal se puede sentir bien y si se siente bien pues se puede sentir mejor”, resaltó.
Agregó que la depresión es un problema de salud mental frecuenta en Yucatán, como lo demuestran las estadísticas y el número de suicidios en la entidad; ante ello, Melissa dijo que es importante que la gente busque ayuda y la sociedad esté bien informada para conocer los síntomas.
“Además vemos que hay mucha libertad en los jóvenes propicia muchas veces la depresión y se ha perdido la comunicación con los padres y demás familiares. Por eso es urgente retomar la comunicación entre las personas y la misma sociedad. La gente tiene que conocer que hay un lugar donde se les puede orientar y ayudar a salir adelante”, concluyó.