El médico expresó que en Yucatán las muertes por infartos superan los tres mil casos anuales, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2015, seguido por las complicaciones relacionadas con la diabetes mellitus, con mil 526 casos.
Por tal situación, enfatizó en la necesidad de que los servicios de urgencia se capaciten para atender dichas situaciones, a las que incluyó los accidentes viales y traumas generados por ellos, y las enfermedades relacionadas con el hígado, surgidas por los altos niveles de desnutrición y alcoholismo en la entidad.
“En el caso de las enfermedades cardiovasculares, indicó que a raíz de los infartos se pueden crear discapacidades, las cuales son las más caras para la familia y el sistema, pues el afectado deja de producir y le cuesta. Esas enfermedades surgen igual debido a embolias, de las cuales se registraron 745 en Yucatán en 2015”, añadió.
Afirmó que del personal de urgencias en México solo un 30 por ciento está certificado por el Consejo Mexicano de Medicina de Urgencias, por lo cual instó a participar en capacitaciones y jornadas como el congreso que se realiza en Mérida.
Manifestó que los recortes a la salud y educación son los que más afectan al país, pues en el caso de los hospitales el servicio de Urgencias funciona 24 horas, todos los días de la semana, y aunque se tienen entre 20 y 30 camas, muchas veces hay una saturación del servicio y se alcanza el doble o el triple de los pacientes a atender.
“En México hay 100 mil consultas diarias en Urgencias, lo que significa que se atienden a 40 millones de personas al año, por lo que en dos años y medio el equivalente a toda la población del país ha acudido ahí”, dijo.
“Si se niega la atención a alguien, dice que no fue atendido”, reconoció.
La situación, explicó, no es culpa del personal médico y de enfermería, ya que ellos actúan con los recursos disponibles. Lo que ocurre es que las autoridades, tanto las secretarías de salud federal como las estatales, no otorgan los recursos necesarios para la atención completa, por lo tanto deben ser conscientes de la situación, expresó.
“El talón de Aquiles del sistema de salud son las Urgencias, y el talón de Aquiles de las Urgencias es el prehospitalario, que deja mucho que desear”, añadió. (Paul Antonie Matos)
