A pesar de que el abogado defensor, Fernando Alpuche Ojeda, intentó establecer diferentes coartadas que incluso, llevó a re victimizar a la joven agredida al establecer que era consumidora de marihuana y que los golpes sufridos pudieron ser objeto de un pleito con un grupo de mujeres colombianas durante una fiesta que realizó su novio en el predio donde fue golpeada la joven.
El litigante citó un sinfín de argumentos jurídicos que duraron más de dos horas donde intentaba desestimar la imputación de feminicidio en grado de tentativa e incluso, sugirió a la juez que los delitos de podrían imputarse a su cliente eran el de lesiones y violencia familiar.
Alpuche Ojeda arremetió en contra de los fiscales, al asegurar que no había activado el protocolo de feminicidio al momento de integrar la carpeta de investigación y calificó las lesiones de la joven como moretones que no ponían en riesgo su vida.
Argumentó que en ningún momento el joven intentó quitarle la vida a la joven y que no había testigos que lo pudieran acreditar, por lo que solicitó a la juez que no vinculara a su cliente a proceso por el delito antes mencionado.
Pese a estos argumentos, la juez resolvió vincular a proceso al imputado por el delito de feminicidio agravado ya que en su análisis, ella ve datos que establecen que los elementos mencionados y el dicho de la propia víctima permiten establecer que sí se acredita el delito y al imputado como probable responsable.
Durante la audiencia que duró más de cuatro horas, Bonilla González contestó todos y cada uno de los argumentos de la defensa que pretendía que las lesiones eran menores, sin embargo, señaló que fueron heridas en todo el cuerpo y graves.
También contestó al argumento de la defensa de que no se podía saber la intención del agresor, la jueza sí observó que él no sólo la golpeó, sino que intentó asfixiarla y solo paró porque ella escapó cuando él fue al baño.
Sostuvo que existe veracidad al dicho de la víctima y al informe policial de que al salir él quería someterla para seguirla golpeando y que tenía antecedentes de haberla golpeado antes y que además está establecido que ella tenía una relación sentimental con el imputado.
La jueza explicó que tomó en cuenta los antecedentes que la Fiscalía, dijo que obran en su carpeta de investigación, en los que se asienta que el hoy imputado ya había ejercido anterior a los hechos violencia física, psicológica y sexual en contra de la víctima quien, según valoración médica, presenta consecuencias psicológicas.
La jueza Bonilla González explicó que los indicios fueron idóneos de que hubo una intención de privarla de la vida, pues las lesiones presentadas se encuentran en todo el cuerpo de la víctima, según pudo apreciar en las fotos y el certificado médico, contrario a lo que alegó la defensa.
La juzgadora otorgó a la Fiscalía el plazo de seis meses que solicitó para continuar con su investigación, el cual vencerá el 13 de mayo de 2019, mientras que el imputado continúan bajo la medida cautelar de prisión preventiva justificada durante todo el tiempo que dure el proceso.