Al presidir la ceremonia conmemorativa al 62 aniversario luctuoso de la estrella mexicana, el concejal señaló que "Pedro Infante pudo haber sido sinaloense, pero en Mérida dejó su corazón y eso tenemos que celebrarlo".
Como ya es tradición, en la calle 54 por 87 de rumbo de Xcalachén, lugar donde cayó la avioneta y perdió la vida el cantante y actor, se llevó a cabo este lunes el acto solemne.
“Para él, Mérida era la ciudad donde podía inspirarse, descansar, ver a buenos amigos y disfrutar de la comida, para cargarse de energía y regresar a la Ciudad de México para grabar alguna de sus emblemáticas canciones o películas”, dijo el alcalde.
Barrera Concha señaló que es valioso que se realicen estos eventos que ya son una tradición en el municipio, pues permite que las nuevas generaciones conozcan a Pedro Infante, a través de sus canciones, y que su recuerdo siga vigente en el futuro.
“Un personaje como Pedro Infante, trasciende el tiempo y las generaciones, por eso no es raro ver que la gente y los vecinos del rumbo de todas las edades, conmemoran esta fecha y le rinden homenaje cantando sus canciones y recordando las anécdotas de su Ídolo”, subrayó.
Mauricio Canto Hernández, presidente del comité organizador de los homenajes a Pedro Infante, agradeció a Renán Barrera por todas las facilidades para la realización del evento, pues gracias a ello se contribuye para que la gente aún recuerde bajo un ambiente festivo al ídolo de Guamúchil.
“Son muchas las personas del Ayuntamiento de Mérida que hacen esta festividad posible, a los de Cultura, Deportes y Servicios Públicos, esto es muy significativo para nosotros”, expresó.
Canto Hernández aseveró que como joven de esta ciudad le apuesta a que Mérida siga siendo tranquila y participativa, de ahí estas actividades cobran mayor relevancia.
“Creemos que es algo que vale la pena fomentar, para que siga vivo el recuerdo cariñoso de Pedro Infante”, dijo.
Posterior al acto protocolario, las autoridades se trasladaron al “Parque Pedro Infante”, ubicado en la calle 87 entre 52 y 54, para depositar una ofrenda floral en la escultura de tamaño natural del artista.