Entrevistado en el marco de la sexta edición de la Jornada de Derechos Humanos con el tema “Voces silenciadas: pueblos indígenas y problemas de género en México”, el activista expresó que el machismo se repite dentro de la familia a través de modelos clásicos y tradicionales, por lo que se transmite de generación en generación.
"Debemos reconocer que somos machistas, pero no nacimos machistas. Desde la primera infancia aprendimos a usarlo como mecanismo de protección, validación, pero debemos reconocer que hay otras masculinidades", declaró.
Se piensa que los hombres deben convertirse en proveedores y garantes, dijo. Se cree que deben validar su masculinidad a través abuso sexual y de los puestos de poder que creen que, por ser hombres, les pertenecen, manifestó.
"Ese tipo de masculinidades se socializan desde la violencia, de hombre a mujeres y de hombres a hombres, y les afecta a ellos mismos", indicó.
"El poder como tal no es malo, el poder es importante. No puedes ejercer o usar el poder sobre las mujeres, poder debe ser democrático, horizontal", declaró Tobar Palma
El mantener el poder tiene sus costos y los hombres estamos dispuestos a pagarlo, consideró. Hay hombres que no duermen, no tienen vacaciones, por tener el poder, eso crea hombres frustrados, cansados, que no se llevan con pareja y familia, concluyó. (Paul Antonie Matos)