En la audiencia de jueves, para definir la vinculación a proceso, la Fiscalía imputó como violencia familiar, pero el juez Bonilla Castañeda no tuvo elementos para justificar la medida de prisión preventiva. Las fiscales mencionaron que el padre del menor, hijo de él y Greta, se acercó al colegio del niño, pero no lo comprobaron en su carpeta de investigación ante el juez.
Varias de las pruebas presentadas no fueron sustentadas en la carpeta de investigación, por lo tanto la Fiscalía dejó al juez sin elementos para resolver el caso como tentativa de feminicidio, razón por la cual se pospuso hasta la siguiente semana.
Durante meses, ella ha sido apoyada por activistas y defensores de los derechos humanos para que su caso se catalogue como tentativa de feminicidio, un delito grave y con penas más largas que la violencia familiar, considerado como delito no grave.
En la audiencia, Greta Martínez narró las distintas violencias que sufrió. Declaró que su ex pareja la colgaba al interior de un cuarto de pánico, la dejaba sin comer, la golpeaba y la violaba; cuando terminaba, él se orinaba encima de ella; además, Greta sangraba después de los ataques que sufría cuando la mantuvo encerrada.
Narró que al momento de salir de su casa para llevar a su hijo, H.C.V. la obligaba a poner el GPS para verificar que siguiera la ruta, sin desviarse; en otros momentos, dijo que sufrió persecuciones por parte de él, en las que traía un cuchillo.
En 2018, Greta estuvo encerrada en un cuarto de pánico en su casa. Logró liberarse y exponer su caso a través de las redes sociales, y en septiembre de ese año acudió a las autoridades. Tenía pruebas como fotos, videos y estudios psicológicos para armar el caso.
En Yucatán, la violencia familiar es un delito que se clasifica de uno a cinco años de prisión y es considerado no grave, lo cual significa que puede tener libertad durante el proceso, en caso de ser vinculado.
En cambio, la tentativa de feminicidio es entre 10 a 30 años de prisión, según el Código Penal de Yucatán, ya que se divide entre una tercera parte de las mínimas (32 años) y dos terceras partes de las máximas (45 años).
Greta Martínez ha solicitado que se utilicen las cámaras de vigilancia de negocios y avenidas para utilizar como evidencia de las persecuciones y acosos que ha vivido desde que denunció a H.C.V. La gente que la ha apoyado en el proceso ha manifestado que han sufrido amenazas, incluso de muerte como ocurrió con el despacho de abogados y revelaron a la prensa hace unas semanas.
Al final de la audiencia, la Fiscalía yucateca solicitó la prisión preventiva. Se solicitó una prórroga hasta el jueves 28 de noviembre, a las 13 horas, en la que se espera se clasifique el caso como tentativa de feminicidio. (Paul Antonie Matos)