Al presentar a la conferencista ante autoridades electorales, académicas y organismos civiles, en el auditorio de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la consejera electoral del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Yucatán (Iepac), María del Mar Trejo Pérez, resaltó la importancia de seguir la agenda de género para fortalecer la presencia de las mujeres en la política.
Al iniciar su intervención, la consejera Hinojosa Dieck coincidió con esa necesidad y lamentó que el avance ha sido lento, pero constante, con logros importantes obtenidos a partir de la reciente reforma electoral de 2014 en materia de paridad de género.
Consideró que antes de la aprobación del sufragio femenino no podía considerarse que existía una verdadera democracia.
Los primeros antecedentes fueron las luchas de sufragistas, detalló, y en casos como Yucatán, se dieron pasos importantes al ser el primer estado en tener ciudadanas electas para cargos de elección popular.
Antes, señaló, se consideraba que la labor de las mujeres en la política se limitara a lo municipal.
Ahora, dijo, votan más mujeres que hombres y también existe mayor compromiso cívico en acciones como la integración de casillas y gobiernan cada vez más mujeres en diversos cargos.
Mencionó el caso de Ermila Galindo que resaltaba la importancia del uso de lenguaje incluyente para evitar ambigüedades en la interpretación de la ley que permitiera el sufragio de las mujeres en el país.
“La definición de cuotas a partir de la reforma electoral 2014 ha logrado avances, pero no siempre se ha respetado la paridad”, aseguró.
“Para hablar de sufragio feminista, tenemos que cambiar la agenda hacia que las mujeres voten por mujeres, hacer de la sororidad la norma en la vida partidista, promover el cambio cultural y asumir el reto de ser ejemplo para las nuevas generaciones, integrar la agenda feminista a nuestro actuar político, tanto los hombres como las mujeres, y denunciar para erradicar los sesgos de género”, sentenció.
Finalmente, acentuó que el sufragio femenino tiene que ser una herramienta que modifique la situación de todas las mujeres, “sino se hace así lo único que se logrará será crear una élite de mujeres, pero élite al fin, debemos trabajar para todas”.