Informó que las ETD son principalmente enfermedades infecciosas que proliferan en entornos empobrecidos, especialmente en el ambiente caluroso y húmedo de los climas tropicales.
La mayoría, especificó, son enfermedades parasitarias transmitidas por insectos, como mosquitos, simúlidos, flebótomos, la mosca tsetsé, la vinchuca y las llamadas moscas de suciedad; otras, agregó, se propagan por el agua contaminada y el suelo infestado por huevos de gusanos.
Andrade Narváez indicó que en el mundo están identificadas alrededor de veinte padecimientos de este tipo que afectan a la población, entre ellos se encuentran los transmitidos por vectores como el chagas, leishmaniasis, rabia, filariasis linfática y lepra, entre otras.
“Estas enfermedades se concentran ahora en los entornos de pobreza extrema, en los tugurios urbanos y en las zonas de conflicto, y se ven favorecidas por el empobrecimiento de la población”, declaró.
Enfatizó que lo interesante, es que en casi todos los casos las medidas preventivas para evitar el contagio de estos males y los tratamientos para los mismos tienen costos muy bajos, “por lo que combatirlas y erradicarlas es una meta alcanzable, la que requiere el compromiso y la voluntad de los gobiernos y la sociedad civil para enfrentarlas y derrotarlas”.
Para finalizar el especialista, recordó que las enfermedades infecciosas han sido históricamente de enorme importancia y relevancia por sus fatales consecuencias para la humanidad, desde la conocida Peste Negra que causó la muerte de aproximadamente la tercera parte de la población en Europa entre 1347 y 1350.
Asimismo, mencionó la pandemia por VIH-Sida que se presentó en la década de los 80 del siglo XX, y las recientes emergencias del Síndrome Respiratorio Agudo Severo, mejor conocido como SARS, por sus siglas en inglés, así como la enfermedad por el virus del ébola.