Fue el olor a muerte la que delató el estado en que se encontraba el adulto mayor, quien vivía solo, de acuerdo con información proporcionada en el lugar de la tragedia, al menos habían pasado tres días desde que Luis Alfonso dio el último aliento antes de morir.
Según vecinos, no se les hizo raro que el hombre de la tercera edad no se le viera en la calle, pues debido a la pandemia se encontraba enclaustrado, solo era visitado por sus hermanos en algunas ocasiones para llevarle comida.
La tranquilidad en la que se ha visto inmersa el primer cuadro de la ciudad, fue alterada con la llegada de patrullas y de personas de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), luego del reporte de la muerte de Luis Alfonso, alrededor de las 12 horas.
Desde la ventana de su maltrecha casa, podría apreciarse el cuerpo el hoy occiso tirado en el suelo, sin embargo, la vivienda se encontraba cerrada con llave, por lo que fue necesario que una de sus hermanas que vivía cerca fuera llamada por las autoridades para poder entrar al predio.
La movilización policiaca con atuendos trajes antibacteriales llamó la atención de los vecinos del lugar, quienes se arremolinaban para tratar de ver qué le había ocurrido a su vecino.
Tras comprobar la muerte del adulto mayor, fue solicitada la presencia de elementos del Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía General del Estado (FGE) para el levantamiento del cadáver.
Sin embargo, los restos de Luis Alfonso tuvieron que esperar más, pues los elementos de la Policía Estatal Investigadora (PEI) realizaban entrevistas con vecinos del lugar, lo que prolongó que el cuerpo fuera levantado.
Eran las 17:30 horas y los peritos de la FGE se colocaron sus trajes para entrar al predio y tomar algunas fotografías.
Después el cuerpo de Luis Alfonso fue sacado de la soledad en la que se encontraba, para ser trasladado abordo de una camioneta al Semefo donde se le realizaron la autopsia de ley, para determinar las causas de su muerte.