Junto a 20 personas, Silvina protagonizó la protesta en la calle 62 entre 61 y 63 en el Centro Histórico, donde habló de la difícil situación que enfrenta luego de casi un año de iniciada la pandemia del coronavirus Covid-19, la cual dejó sin trabajo a su esposo.
Indicó que el acudir a la vendimia en el tianguis del asentamiento donde habita le permite alimentar a sus cinco hijos, por lo que demandó a las autoridades que sean sensibles y los dejen trabajar.
“Nosotros venimos a que nos den permiso, para que nos dejen vender en la avenida 86, porque cada domingo nos mandan a Protección Civil, nos mandan a la Guardia Nacional, al Ayuntamiento, nos quieren sacar, recoger nuestras cosas, cuando no tienen un permiso de recoger las cosas, nosotros lo que queremos es que no dejen trabajar”, apuntó.
Precisó que les han dado la opción de reubicar el tianguis en otro sitio, sin embargo, les quieren cobrar 800 pesos por el espacio, cantidad con la que no cuentan.
Expresó que otra opción que les han ofrecido es el mercado de San Roque, cercano al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida, empero, ese lugar se encuentra ya abarrotado de comerciantes por lo que representaría un riesgo para su salud.
“Yo vendo ropa, zapatos, que a mi esposo le regalan, el no tiene trabajo, tengo cinco hijos, con la poquita venta que hacemos sacamos para comer, para mis hijos que están en la escuela y que tienen que comprar cosas”, finalizó.