Y es que la realización de preguntas directas sobre temas enviadas por ciudadanos, casi en su totalidad, no fueron respondidas por los abanderados, quienes mejor aprovecharon el tiempo para lanzarse ataques y dejar de lado lo que a la ciudadanía le interesaba que son las propuestas.
Ni con sus acordeones, ni con sus cartulinas los cuatro fantásticos pudieron aprovechar la oportunidad que la vida y el destino les dio para erguirse como uno de los triunfadores del debate, empero, cada uno se dijo ganador al final del evento. Halago en boca propia es vituperio, diría mi padre.
A pesar de todo el evento tuvo sus ratos de entretenimiento con frases chuscas y hasta publicidad de una cadena de sándwiches cuya propiedad es de uno de los aspirantes a gobernar Yucatán.
La resaca de este torrente de ocurrencias llegó apenas unos minutos después de concluir el debate con un alud de encuestas y comunicados donde se afirmaba el triunfo de cada uno de los aspirantes.
Lo bueno fue el cambio del formato del debate que permitió cuestionar a los candidatos, pues se exhibió su poca capacidad de los cuatro por responder a bote pronto problemas tan sencillos que sufren los ciudadanos como es que un camión no dé parada por el hecho de tener una discapacidad.
Lo malo se vio reflejado en la poca interacción de los moderadores quienes se limitaron a ceder el uso de la palabra y dejaron a los candidatos desviarse de las diversas preguntas, sin siquiera reconvenirlos de palabra.
Lo feo se presentó cuando en el afán de denostar al rival, los contendientes lanzaron una serie de descalificaciones que se convirtieron en el centro de la atención, lo que dejó en el olvido las pocas propuestas que se llegaron a dar.
TOCA Y DACA
Mauricio Vila Dosal, candidato común de los partidos Acción Nacional y Movimiento Ciudadano:
Inició su participación tratando de quitarse el estigma de niño bien, al manifestar que debido a la pérdida de su padre tuvo que terminar sus estudios con una beca. Fue quien inició con las descalificaciones al buscar poner en la agenda del debate a la exgobernadora Ivonne Ortega Pacheco como madrina de Mauricio Sahuí Rivero, aspirante del PRI, incluso, le achacó la propiedad de un rancho.
Su principal defensa fue su administración como alcalde de Mérida, fue atacado con las “empresas fantasma” que presuntamente creó en su gobierno para beneficiarse económicamente. Dijo que dos de sus adversarios -Huacho Díaz y Sahuí Rivero- lo querían hacer sándwich, por lo que aprovechó para hacer un comercial de la cadena de tortas de la cual es dueño.
En repetidas ocasiones se extravió en las preguntas de los expertos y fue quien se notó más seguro al momento de responder los señalamientos y centró su discurso en la salud.
Mauricio Sahuí Rivero, candidato de los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista y Nueva Alianza:
Fue quien menos ataques hizo en contra sus contrincantes. Presumió ir arriba en las encuestas al momento que Vila Dosal lo quiso exponer como ahijado político de la ex gobernadora Ortega Pacheco. Centró su discurso en el continuismo, además de llamar a los yucatecos a no arriesgar los avances que se tienen en el estado y reafirmó que como gobernador mantendrá a Luis Felipe Saidén como secretario de Seguridad Pública.
Se mantuvo sereno y ecuánime durante casi todo el debate, sin embargo, luego de varios misiles del panista Vila Dosal, terminó por recordarle al ex alcalde de Mérida las acusaciones de las empresas fantasmas y le reprochó que desde el 2015 no haya actualizado su tres de tres.
En repetidas ocasiones se perdió en las respuestas sobre preguntas puntuales como transgénicos, discriminación en el transporte público y no respondió el ataque de Joaquín Díaz Mena sobre la paupérrima transparencia que existe en el gobierno estatal.
Jorge Zavala Castro, candidato del Partido de la Revolución Democrática:
Durante el desarrollo del debate fue quien contestó con mayor precisión las preguntas que los expertos hicieron durante las dos horas que duró el debate. Sus principales argumentos fueron que es ciudadano y arengó a los votantes a dar a espalda a los partidos de siempre que no han dado respuesta a las demandas de los ciudadanos.
Fue ajeno a las descalificaciones que se enfrascaron por algunos momentos los otros tres contendientes y lanzó propuestas en materia de salud, además de pronunciarse en contra de las políticas públicas asistencialistas.
Al mantenerse ajeno a las acusaciones no fue parte del show de descalificaciones donde fue llevado el debate por parte de los otros tres contendientes.
Joaquín Díaz Mena, Candidato de los Partidos Movimiento Regeneración Nacional, Del Trabajo y Encuentro Social
En su presentación el oriundo del municipio de San Felipe hizo un llamado a los yucatecos a dejar de lado los partidos y sumarse al proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador que tiene los preceptos de no mentir, no robar y no traicionar.
Se enfrasco en un toca y daca con Mauricio Vila al acusarlo de las empresas fantasmas mientras que su ex compañero de partido, le endilgo que le realizaba el trabajo al tricolor a cambio de un “hueso“.
Pego de hit al demostrar que el talón de Aquiles del gobierno que encabeza Rolando Zapata Bello es la opacidad en el manejo de recursos y reprochó la traición que fue objeto por parte de los que dirigen el partido donde antes militaba.
