¿Cómo explicar una disminución general en la comisión de delitos, al tiempo que el feminicidio aumentó de forma tan considerable en Yucatán?
¿Acaso la vida de las mujeres no es importante para la presente administración?
Lo peor es que la justificación que repiten es que en el estado hay "pocos feminicidios" en comparación con otras entidades, como si el asesinato de una sola mujer por razón de género no fuese ya inaceptable. A lo que debemos añadir esta clara tendencia al alza.
Los números no mienten, pero se puede engañar con los números.
¿A dónde serán dirigidos los recursos del incremento presupuestario de la Secretaría de las Mujeres para el 2023, que representa alrededor de un 15 por ciento más respecto del ejercicio fiscal de 2022, sumando un total de 110 millones de pesos?
No sabemos si se trata de incompetencia o frivolidad, la de la titular de la Semujeres, quien debiera dar la cara y explicarnos qué se está haciendo ante la ola de feminicidios que hemos constatado en los últimos días en diversos municipios del estado.
¿Qué decirle a las familias de las mujeres asesinadas recientemente en Motul y Tixkokob ante la aparente indiferencia de las autoridades?
¿Qué hay de las decenas de mujeres que han sido cobardemente privadas de la vida desde que inició la administración de este gobierno?
¿Qué decir del caso de Giovanni Canto, funcionario de primer nivel del Gobierno del Estado, quien fue señalado de cometer acoso sexual por parte de cuatro compañeras de trabajo y acusado de abuso sexual por una de ellas?
¿No es verdad que las presuntas víctimas acudieron a Semujeres para pedir ayuda?
El desenlace pinta de cuerpo completo a la titular de la Secretaría: el señor Giovanni Canto fue reubicado de puesto, protegido y quedó impune. La dependencia que debía proteger a las mujeres se ocupó de encubrir a un presunto criminal.
Por decoro, la titular de Semujeres debería presentar su renuncia a efecto inmediato, y el Gobernador del Estado, buscar un perfil idóneo para ocupar la Secretaría, una mujer con experiencia en la materia y un auténtico compromiso por servir. No una amiga Fifí que no pasa de tomarse fotos y simular, además de encubrir los actos de violencia de género dentro del propio gobiern
