Como hemos informado, durante ya varios meses, habitantes de Homún mantienen un conflicto con la empresa PAPO, por la virtual contaminación que podría generar esa industria al momento de la producción de hasta 49 mil cerdos anualmente.
Los pobladores de Homún y dueños de cenotes de la zona fueron representados por Doroteo Hau Kuk y José Anastasio Eúan, quienes expusieron que si bien, los ojos del mundo están puestos en Homún, las necesidades del pueblo maya son mayores, derivadas de años de opresión y de una nula atención por parte de los representantes de los gobiernos en turno.
“Muchas veces esas leyes, lejos de que asistan a los pueblos solo hacen leyes que nos perjudican luego, pero es una ley que se tiene que revisar, que si es una que nos está perjudicando como pueblos originarios, ustedes señores diputados y diputadas tienen autoridad de revisar”, indicó Anastasio Euán.
Por su parte, Doroteo Hau Kuk, quien durante su exposición habló en maya y fue asistido por un traductor de su comunidad, admitió que los cenotes de Homún ya están contaminados, por lo que no se explico el por qué se permite la instalación de una mega granja porcícola, en lugar de impulsar acciones para el rescate de esos cuerpos de agua.
La contraparte del conflicto, los empresarios de PAPO, en voz de su representante, Ricardo Díaz Montes de Oca, aseguraron que esa industria no es la culpable de la contaminación que actualmente tienen los cenotes de la zona, toda vez que los biodigestores de la mega granja aún no realizan depósito alguno de sus aguas residuales en los mantos freáticos de la zona.
Díaz Montes de Oca aseguró que fue objeto de un intento de extorsión por parte de los cenoteros, sin embargo, éstos le exigieron que diera nombres lo cual no fue respondido por el empresario.
Ricardo Díaz declaró que su empresa trabaja con procedimientos internacionales que incluye un sistema de tratamiento de aguas residuales, con los permisos respectivos de las autoridades federales, estatales y municipales; además, su acompañante, la bióloga Mónica Guagnelli, indicó que “será la primera planta en el mundo que no solo tratará el agua, sino que la reutilizará”.
Por su parte, el alcalde de Homún, Manuel Chi Chin, presentó una cronología de los hechos en los que involucra al Ayuntamiento que preside, al igual que expresó que la comunidad está en calma, porque asegura que se respetará lo que determinen las instancias legales, ya que su municipio merece que todos tengan las mismas oportunidades.
A su vez, la presidenta de la comisión, Silvia López Escoffié, del Movimiento Ciudadano (MC) hizo una propuesta, que fue avalada por los diputados integrantes, para convocar a una mesa de trabajo con la titular de la Seduma, el alcalde de Homún, los representantes de los cenotes y de la granja porcícola, así como con las delegaciones de Semarnat, Conagua y Profepa, que en esta ocasión no enviaron a algún representante.
El objetivo de la reunión programada para el próximo lunes por la tarde, será construir un comité de vigilancia sobre el tema para que el gobierno, industria y sociedad, puedan convivir y existir, creando las mejores condiciones, pero en especial, legislar y crear el programa de monitoreo.
La propuesta llegó a modo de conclusión después de la reunión que sostuvo el cuerpo colegiado, por aproximadamente cinco horas, con los involucrados en el tema: el alcalde de Homún, Manuel Chi Chin; la titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Sayda Rodríguez Gómez; el representante de la granja, Ricardo Díaz Montes de Oca, así como representantes de los cinco cenotes cercanos.
Además, se contó con especialistas en materia ecológica como la profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Diana Cabañas Vargas; de la misma institución, Wilberth Trejo Lizama; también el experto en cenotes, Sergio Grosjean Abimerhi; el investigador del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), Jorge Rubio Piña; al igual que las representantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mariana Álvarez y Fabiola Villela.
El investigador Wilberth Trejo propuso que una forma de solucionar la problemática es construir un diálogo a través de la gobernanza participativa, porque es un tema de desarrollo sostenible, por lo que es necesario que se revisen y se vinculen los programas para que se puedan adaptar a esta situación y para ello, se necesita mayor comunicación entre diferentes dependencias, con una evaluación federal y estatal.
“El fin es garantizar el agua limpia, desarrollos limpios, gestión sostenible en el territorio”, recalcó.
El representante del ITM, Jorge Rubio, indicó que se necesita un programa de monitoreo para determinar “qué tan tóxico para la salud pública” pueden ser los desechos que se generan en las comunidades, sin importar el causante, para instalar semáforos que indiquen los niveles de riesgo, tanto para las granjas como para los cenotes y cualquier otro tipo de industria.
El especialista en cenotes, Sergio Grosjean, también recomendó que se cree un cuerpo colegiado que vigile el proceso de tratamiento de aguas residuales de la granja porcícola, con la integración de instituciones académicas, con un notario público que notifique las actividades, porque “si la granja contamina que se cierre, pero si no, tiene el derecho de operar”.
La ingeniera ambiental, Diana Cabañas, argumentó que la autorización de un Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) es el principio del proceso de seguimiento a la operación de la granja porcícola, porque se debe vigilar técnicamente que todo lo que está escrito en el documento suceda.
Asimismo, aclaró que hablar de la condición del agua es complejo, porque no es de números, es un tema serio y responsable, ya que actualmente se cuenta con un recurso en excelentes condiciones pero es altamente vulnerable, incluso, a las heces fecales de los animales silvestres.
La titular de la Seduma, Sayda Rodríguez Gómez, reconoció que sí se puede crear la gobernanza participativa, por lo que anunció que existe la factibilidad para crear el programa de manejo en la zona denominada “Anillo de los Cenotes”, porque el último paso que falta es, en efecto, la consulta con la comunidad de Homún y se comprometió a continuar los procesos para este fin.