Sin motivos expresos por quienes fueron en contra del dictamen, la votación fue de nueve sufragios a favor y 15 en contra; en tribuna hablaron Fátima Perera Salazar y Milagros Romero Bastarrachea, quienes instaron a sus compañeros a votar en pro de los derechos humanos.
En una sesión que fue abarrotada desde temprana hora por personas de diferentes asociaciones que rechazaban las nupcias entre personas del mismo sexo, quienes se formaron desde las 7 horas para entrar al Salón de Plenos.
Con pancartas, los integrantes de la Red Pro Yucatán y del Frente Nacional de la Familia, repudiaban la posibilidad de que los legisladores locales dieran el sí al dictamen que desaparecía los párrafos segundo y tercero de la Constitución Política del estado que condiciona de manera expresa que solo hombre y mujer pueden contraer nupcias.
Eran las 10 horas y de manera inusual el Salón de Plenos ya se encontraba abarrotado en su graderío, no cabía un alma en el lugar, sólo un pequeño grupo de activistas pro derechos de la comunidad gay se logró “colar” al graderío.
En la parte exterior del Pleno, un grupo de personas, con una playera que tenía la leyenda “Legión de María” comenzó a rezar un rosario para pedir a Dios que los diputados yucatecos no aprobaran el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación, que allanaría el camino para el matrimonio igualitario.
Los rezos llamaron la atención de propios y extraños e incluso, fueron censurados por activistas como Adelaida Salas Salazar, quien consideró que se violentaba el estado laico al permitir un acto religioso al interior de un edificio público.
Frente a las rezadoras se encontraban activistas defensores de los derechos de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Travestis e Intersexual (LGBTTTI), quienes con banderas multicolores y pancartas exigían el respeto de los derechos humanos.
Una hora después de lo previsto empezó la sesión, con 24 de los 25 legisladores, pues la panista Katia Bolio Pinelo, quien en 2017 cuando era diputada federal había dado su voto en pro de los derechos de la comunidad LGBTTTI, no acudió a la sesión.
Tras dar entrada a tres iniciativas de ley y aprobar reformas legales para garantizar parques incluyentes para niños con alguna discapacidad, tanto los construidos por gobiernos como por la iniciativa privada.
Llegó el inciso F del tercer punto del orden del día, el cual fue leído por la secretaria de la Mesa Directiva, Karla Franco Blanco, el cual establecía la abrogación de los párrafos segundo y tercero del artículo 94 de la Constitución Política de Yucatán.
El presidente de la Mesa Directiva, Enrique Castillo Ruz, puso el tema para ser debatido por el Pleno, para lo cual sólo se inscribieron las diputadas Milagros Romero Bastarrachea y Fátima Perera Salazar a favor del dictamen.
Ambas legisladoras emplazaron a sus compañeros a votar a favor de la propuesta, ninguno de los 15 legisladores que posteriormente sufragarían en contra expusieron de manera pública el por qué de su decisión de no respetar un tema que el prohibirlo, según la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), representa una acción de inconstitucionalidad.
Durante las exposiciones de las legisladoras, algunos de los asistentes, interpeló gritos a la diputada Romero Bastarrachea, por lo que el presidente de la Mesa Directiva llamó al orden.
Posteriormente, el dictamen fue puesto a votación de manera cedular (secreta), lo que generó el reclamo de la diputada del Movimiento Ciudadano (MC), Silvia López Escoffié, toda vez que exigió que se realizara de manera abierta, lo cual fue solamente secundado por su compañera de partido, Romero Bastarrachea.
Así empezó la votación, de pronto, cuando el diputado Miguel Candila Noh sufragaba, la coordinadora de los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), Rosa Adriana Díaz Lizama, pidió al presidente de la Mesa Directiva que desalojara a los fotoperiodistas que se encontraban a los costados del Pleno, pues a su parecer tomaban gráficas de los sentidos de los diputados.
La petición no prosperó y continuó la votación de manera secreta, la cual tuvo sus momentos de tensión cuando la diputada Díaz Lizama mostró su voto al igual que su compañero Miguel Rodríguez Baqueiro en contra, lo cual fue aplaudido por la parcialidad del graderío, acción que realizó de la misma manera la legisladora Fátima Perera Salazar que votó a favor.
Posteriormente, uno a uno los votos fueron contados, cada sufragio en contra del dictamen era aplaudido por los grupos llamados “antiderechos”; al final fueron 15 diputados los que rechazaron la propuesta y nueve los que la apoyaron.
Al final, el diputado Castillo Ruz sufrió una pifia al declarar que los 15 votos habían sido a favor del dictamen, sin embargo, rectificó y tras declarar que se desechaba el dictamen estalló el júbilo entre la parcialidad de integrantes de grupos que rechazan el matrimonio igualitario. Eran las 13:30 horas.