En entrevista, el también presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Yucatán, consideró que una alternativa para atender el maltrato de caballos que tiran carruajes usados con fines turísticos, podría ser reemplazadas por calesas eléctricas que ya son utilizadas en ciudades como Guadalajara.
“Hay un marco normativo que protege a los animales, hay un catálogo donde vienen animales domésticos, silvestres y de trabajo, es un catálogo que está muy mal hecho, hay que volverlo a cambiar, este animal entra dentro de los animales de trabajo, también se sanciona a todo aquel que tenga un animal de trabajo y no lo tenga bajo los cuidados necesarios”, advirtió.
Lamentó que de nueva cuenta, un caballo se vea involucrado en una situación que afecta su integridad, por lo que reiteró que es necesario volver a poner en la agenda pública que no se deben utilizar a los equinos para prestar el servicio de calesa.
“Queremos hacer una figura como la que existe en Guadalajara, que son las calesas eléctricas, incluso, económicamente les conviene mucho más a los aurigas, por el simple hecho de que un vehículo de este tipo no se cansa como lo hace un caballo, que además no está hecho para eso, las temperaturas en nuestro estado no se prestan para eso, el animal, el caballo no está hecho para estar caminando en el pavimento y menos jalando un carruaje, es lamentable, se puede sancionar”, reiteró.
Ahondó que el dueño del caballo puede tener una sanción desde un arresto de 36 horas a pagar una multa que podría llegar a varios miles de pesos, sin embargo, debe hacerse la denuncia ante la autoridad correspondiente.
“Nos quejamos mucho en redes sociales, pero lo que hay que hacer es que hay que ir a denunciar este tipo de actos, mientras no haya denuncia no pasará absolutamente nada”, apuntó el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de a LXII Legislatura.
Finalmente, consideró que aunque se aclaró que lo ocurrido con el caballo fue producto de un incidente vial, el hecho es una muestra de que no debe someterse a ningún animal a circular junto a vehículos automotores, pues pone en riesgo la vida tanto del equino como de las personas que abordan el carruaje.