Lo anterior fue parte de las conclusiones del foro donde representantes de más de 50 ejidos de la Península de Yucatán que se reunieron con autoridades de la Procuraduría Agraria y otras dependencias federales, quienes si bien, los escucharon solo recogieron las inquietudes de los campesinos para después comprometerse a dar respuesta para cada situación, sin embargo, al menos en el documento emitido por los organizadores del encuentro, no hay fecha para dar una respuesta cabal a las demandas de los ejidatarios.
Luego de entregar por escrito la lista, Margarita Plácido Cervera, la también abogada que asesora a varios núcleos ejidales que han sido despojados de sus tierras, aseguró que la mayoría de los asuntos que atiende son derivados de la ambición de fraccionadores inmobiliarios que en su afán de contar con tierras baratas para construir fraccionamientos engañan a los ejidatarios para obtener jugosas ganancias.
Expresó que tan solo en Mérida son más de 10 mil hectáreas que se encuentran en litigio luego de ser arrebatadas a sus dueños originales mediante un sinfín de trucos legales que son construidos por empresarios aprovechándose de la buena voluntad de los ejidatarios.
Rechazó detallar qué grupos empresariales están inmiscuidos en despojos a ejidatarios en el territorio yucateco, toda vez que existen procesos legales en su contra, por lo que cualquier información que se ventile puede afectar los juicios. De acuerdo con la lista dada a conocer por Plácido Cervera, el ejido de Samahil enfrenta conflictos por asambleas de cambio de destino de tierra de uso común para el asentamiento humano con vicios en el procedimiento y acta de reconocimientos de avecinados y ejidatarios, además de controversias por posesiones entre particulares.
Según los documentos ofrecidos a este reportero, otro de los conflictos ejidales se presenta en Ixil donde existen problemas derivados de asambleas de cambios de destino de tierras de uso común mismo problema que se presenta en Chocholá donde también existen pugnas por la remoción de la comisaría Claudia Cob Durán.
En el ejido de Kinchil se presentan también problemas por la regularización de terrenos ejidales a lo que se suma la controversia que los campesinos de ese lugar que mantienen con la empresa porcícola Kekén por la contaminación que presuntamente realiza una de sus granjas.
Asimismo, en Yaxkukul existen conflictos que se han presentado por el cambio de destino de las tierras de uso común, mientras que en Muna existen problemas con el ejido de Sacalum por límites de ambos núcleos agrarios.
De igual forma, en el ejido de Motul se presentan inconformidades entre los ejidatarios por vicios en el procedimiento de elección de sus órganos de representación.
En el documento se establece también que en Acanceh existen pugnas, luego que en tres ocasiones se ha pretendido celebrar asambleas para el cambio de destino de uso común para destinarlas para asentamiento humano, donde presuntamente realizan actos de presión grupos empresariales interesados en las tierras.
En Mérida también existe una problemática por la tenencia de la tierra al existir inconformidad en el ejido Noc-Ac por la presión que ejercen inversionistas de desarrollos inmobiliarios por medio del comisariado ejidal para la celebración de asambleas de cambio de destino de tierras.