La yucateca abrió las puertas de su casa a diferentes medios de comunicación para mostrar las entrañas del lugar donde asegura habitar de manera regular; en ese espacio señaló que el PRI es un vehículo con llantas ponchadas, abollado y con el volante chueco que difícilmente llevará a cualquiera de sus candidatos al triunfo en los próximos comicios del país, por lo cual es urgente repararlo antes de pensar en ponerlo a competir.
Enfundada en una blusa bordada y un pantalón de mezclilla, Ortega Pacheco recibió a varios comunicadores para cumplir con una promesa que realizó en el último debate organizado por el PRI, donde se comprometió a invitar a cualquier medio de comunicación a conocer donde habita para comprobar que no vive de manera onerosa.
La casa ubicada en esta población en la calle 21 por 22 resguarda un sinfín de recuerdos y cuadros de la dzemuleña, que le recuerdan su paso por diferentes responsabilidades tales como legisladora local, federal, gobernadora del estado y secretaria general del partido que hoy busca dirigir para rescatarlo de la profunda crisis que atraviesa.
En la cocina de la vivienda donde además de ella se encuentra su hijo Álvaro Humberto, la exgobernadora de Yucatán inicia una larga entrevista con La Jornada Maya y otros reporteros invitados a conocer las entrañas del domicilio donde habitan nueve personas más, el cual es una herencia de su abuelo.
“Estos grandes eventos con mamparas, bazucadas y este tipo de cosas al final de cuentas no garantizan el resultado electoral, como un ejemplo, en la elección del doctor Meade, el PRI le juntó 22 millones de personas en los diferentes eventos y él tuvo seis millones de electores”, dijo.
La clase política y en especial la priista, comentó, debe entender que su militancia y el electorado ya cambió pues está harta de actos masivos donde solo se acarrea a las personas y actuar como pasivos.
“Lo que nosotros estamos haciendo es que vamos al seccional, vamos a la colonia, vamos a donde vive la líder de la manzana, vemos lo que viven, por dos o tres horas, vivimos lo que viven por el tiempo que tarda la visita y entonces ya vas entendiendo por lo que debes luchar”, señaló.
En la mesa reposan tres charolas, dos de ellas llenas de empanadas rellenas de carne y una más con codzitos, una botana típica de Yucatán, Ivonne Ortega considera que el PRI se olvidó de los pequeños temas como los servicios públicos y la economía popular, por ello apostó a una campaña donde hablen los militantes.
Tras darle la vuelta a todo el país en su campaña proselitista, apuntó que los priistas de a pie, le han referido que sus principales molestias con el partido es la exclusión de sus militantes de las grandes decisiones del PRI, como lo son las candidaturas y los cargos de dirigencia desde las jefas de manzana hasta los puestos los comités directivos.
“El dedazo”, opinó, es repudiado por la militancia del PRI al igual que los actos de corrupción de la clase política que lo dirige, pues condena a sus militantes a ser calificados como “ratas”, cuando lo único que buscan es un país mejor.
“Nos dicen, si eres priista, te dicen eres rata, si eres priista, eres corrupto, te lo dice un seccional, una jefa de manzana que nunca ha tocado un centavo, que al contrario, le pone dinero de su bolsa para hacer una gestión y me dicen ya estamos cansados que nos califiquen por qué toma indebidamente recursos del presupuesto y lo que están pidiendo es que el PRI los procese”, comentó.
Aseguró que la militancia está dolida, molesta, se siente decepcionada, utilizada, poco motivada por lo que auguró que no habrá una gran participación en el proceso por lo que se “deben cuidar muy, muy bien las casillas”.