Segunda
La popularidad del Dr. Hugo López-Gatell Ramírez "subió como la espuma", se dio de una manera vertiginosa, descontrolada y sin freno en todo el país, como las propias cifras de las estadísticas por el Covid-19 que da a conocer todos los días. Fue tal el impacto mediático que generó el galeno que los "detractores" de la 4T y miembros de la "fallida y desastrosa política neoliberal" buscaron la manera para detener y desprestigiar su popularidad así como el "modelo matemático y científico" planteado exitosamente por el médico epidemiólogo, investigador, profesor y Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno Federal. La "guerra sucia" se anotó el punto por generar más desinformación, dudas y cuestionamientos sin razón o fundamento de la llamada "nueva normalidad" que aún no termina por aterrizar en el futuro inmediato de todos nosotros.
Tercera
Ya encarrerados, el Gobernador Mauricio Vila Dosal se ha posicionado desde su entrada triunfal a Palacio de Gobierno estatal, como uno de los mejores gobernantes del país. Sin dudarlo heredó la posición que le dejó su antecesor como uno de los mejores en materia de seguridad (tema de otra columna de opinión) y con el paso de los meses, con una gran aceptación de la sociedad. Por la pandemia, una encuesta nacional reciente colocó al gobernador panista en el "top five" por implementar las mejores medidas sanitarias de prevención y seguridad a favor de la sociedad ante este bicho que nos azota por todos lados. Y si esto fuera verdad, ¿Entonces porqué diablos y demonios Yucatán también está en ese "top five" de los estados más afectados, contagiados y fregados por el COV-Sars 2? Será que la "encuestitis" para saber quien es el mejor mandatario en la materia se realiza "entre cuates", en listas empresariales y de elite donde se "maquillan las cifras" o simplemente "alguien miente".
Cuarta
La pirámide social del estado se sostiene de una base trabajadora donde el 60 por ciento o más vive en la informalidad. Son hombres y mujeres "fantasma" que simplemente no existen en el padrón del Seguro Social, tampoco están registrados en alguna cámara empresarial y por supuesto menos en las entidades bancarias para solicitar un crédito. Son ciudadanos que no están en esas listas para ser encuestados, para dar su opinión, valorar y calificar servicios o regresar por donde entró al político en turno. Son los llamados "micro empresarios" que todos los días se parten el lomo para abrir el tendejón, la lavandería o poner los puestos de flores por la tarde para ofrecer su producto al mejor postor. Es esta base de la sociedad silenciada que vive su realidad, una realidad muy diferente a la "realidad mediática" que se manifiesta en las encuestas y números. Ahí les va: Los gobiernos Federal y Estatal anunciaron la entrega de créditos por 25 mil pesos para paliar la crisis actual. Pero que creen: de 900 mil solicitudes solo se aprobaron casi 200 mil porque unas 700 mil solicitudes "no cumplieron con los requisitos". Para muestra otro botón con banderillas bien puestas: ¿Acaso alguna cámara empresarial, que se dicen a todo pulmón "representantes de la sociedad" han dado a conocer sus métodos o algún tipo de encuesta dirigida a la sociedad para validar con su voz los programas y acciones gubernamentales estatales y municipales que siempre se les presentan? Espero respuesta para recular sin freno.
Reversa
En este triste conteo y análisis de la realidad, quiero reconocer a todo el personal de salud y médico que a perdido la vida en esta batalla contra el enemigo invisible. Son y deben ser el orgullo de todos los mexicanos porque sin conocer al paciente, se brindaron para darle salud honrando su uniforme, su ética y su humanidad de servicio. Ojalá y las autoridades sanitarias de cualquier nivel de gobierno se digne a colocar el nombre de los caídos en honor como un ejemplo de vida y pundonor para las generaciones futuras. De la misma forma y no menos importante aplausos de pié a nuestros compañeros periodistas caídos en el cumplimiento de su deber y pronta resignación a familiares y amigos. Ellos, desafortunadamente, también cuentan en esta encuesta fatal. Ayó.