Doña María García de 67 años, trabajaba como “cerillito” en un supermercado al norte de la ciudad, la contingencia sanitaria obligó a estos establecimientos a prescindir de sus servicios debido a que se encuentra entre la población más vulnerable, lo que la orilló a dedicarse a labores en las que se expone aún más a sufrir un contagio.
“Yo tengo una hija que depende de mí que tiene necesidades médicas especiales, porque padece de insuficiencia renal crónica y el trabajo de empacadora me ayudaba mucho, pero desde hace un año me quede sin él. Ahora vendo comida, dulces o estoy de “viene, viene” para conseguir algunas monedas”, relató la mujer.
La sexagenaria aseguró que no existe ninguna ayuda de las autoridades municipales y estatales para los adultos mayores que se dedicaban a esta actividad y se ganaban la vida de manera segura y honesta.
“Nosotros lo que queremos es regresar a nuestro trabajo, creemos que lo podemos hacer con todas las medidas de protección. Tenemos derecho a trabajar, somos personas mayores, pero podemos seguir trabajando. Yo he mandado solicitudes en todos lados, nadie nos quiere por nuestra edad y tampoco tenemos apoyos”, agregó.
Los empacadores consideran que el plan de reactivación económica contempló otros giros, incluyendo algunos no esenciales como bares, restaurantes y cantinas, incluso el regreso de la Bici-ruta, mientras que a ellos no los han considerado.
Ante esta situación, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín hace un llamado a las autoridades competentes a que revisen sus planes de reactivación económica, para que se incluya a los sectores más vulnerables y su impacto sea más justo, equitativo y efectivo.
El legislador yucateco sostuvo un encuentro con personas de la tercera edad que se dedicaban a empacar productos en supermercados, pero que desde hace un año se han visto obligados a trabajar en las calles.
Ramírez Marín considera que cumpliendo con todos los protocolos sanitarios estas personas pueden regresar a sus labores.
“Están pasando por una situación sumamente complicada. Es muy simple: no tienen chance, permiso u oportunidad de trabajar”, indicó.
“Con solamente su pensión tratan de sobrevivir, porque su principal fuente de ingresos era el trabajo que tenían como ‘cerillitos’ y ya no lo pueden hacer, toda vez que la autoridad dispuso que es un riesgo para ellos”, agregó.
Ramírez Marín gestionó la entrega de despensas a un grupo de empacadores para apoyar en la economía de sus familias, además de comprometerse con el sector para que pronto las autoridades puedan fallar a su favor y recuperen el empleo que tanto necesitan. El senador estuvo acompañado por el empresario Jorge García "Totocho".