Por lo que leo, oigo y veo, parece que el nacionalismo ha pasado de moda y hoy es una antigualla que solo defienden quienes no han sabido evolucionar al ritmo que la propia realidad social impone. No hace ni un mes que leí un artículo en el que se asegura que los mexicanos de hoy ya no debemos pensarnos como tales, sino como ciudadanos “globalizados”. Quiero comenzar declarando enfáticamente que yo no comparto en ninguna medida este punto de vista, y trataré de dar algunas de mis razones.
Antonio Aguilera
Calentura por la grande
La sucesión presidencial en todos los partidos desató ya una fiebre, una carrera de pisotones y sombrerazos. La salida de Margarita Zavala del PAN, según las últimas encuestas, manda a su ex partido al tercer lugar, sube al PRI al segundo, y en algunos escenarios Margarita se queda en tercero y manda al PAN con Ricardo Anaya como candidato al cuarto lugar, pero en todo el gran beneficiado es Andrés Manuel López Obrador.
Para los encuestadores y estudiosos de la demoscopía, la salida de Margarita ha perjudicado fuertemente a Ricardo Anaya puesto que al preguntar a la población en general quién le gustaría que fuera el candidato del frente a Anaya lo superan tanto Rafael Moreno Valle como Miguel Ángel Mancera. Anaya no es ni siquiera el segundo más preferido para ser candidato del frente, todo esto es consecuencia de lo mal que se vio con la forzada salida de la esposa de Felipe Calderón del PAN.
En el PRI la contienda parece estarse centrando en tres personajes: José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong y José Narro, y nada más.
En los últimos días, el arribo del Eruviel Ávila al PRI de la Ciudad de México, puede poner a un cuarto en la disputa, y buscará poner su empeño para dirigir al PRI más disminuido de toda la República, el de la capital del país. Al margen de lo que pueda hacer en la Ciudad de México, la llegada de Eruviel es un mensaje de Peña Nieto a todos los demás, los que no se queden con la candidatura tendrán que apoyar desde donde queden, a donde los envíe Peña Nieto. El primer priísta del país ya abrió su poquer, pero todo indica que no le va a alcanzar para retener el poder.
En la última reunión que el titular del Ejecutivo federal tuvo con varios periodistas, mandó muchas señales acerca de quién le gustaría que fuera el candidato o qué características debe tener el candidato del PRI, hoy Peña Nieto dijo que los debates eran muy importantes. Él ya puso las reglas al interior del juego priísta.
El PRI tiene que pensar en cuál de sus aspirantes tiene mayores capacidades para debatir con dos políticos que han demostrado habilidad para el enfrentamiento dialéctico: Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya. Para enfrentar a estos dos, quien ha demostrado más tablas es el doctor Narro Robles, quien no arrastra un viejo pasado priísta, y su perfil de rector le abre muchas posibilidades ante un electorado más moderado.
José Antonio Meade sigue muy concentrado en el tema económico, y Osorio Chong siente que ya perdió el tren.
Hasta el momento, la interna del PRI se debate en cuál sería su mejor credencial en caso de un debate frente al favorito Andrés Manuel López Obrador, que basa mucho su argumentación en estos encuentros en la simpatía natural.
Pensando en un escenario de debates, resultaría muy atractivo un tándem entre AMLO, Narro y un Ricardo Anaya, quien por cierto le ganó en un debate a Manlio Fabio Beltrones en las elecciones 2015.
Fue Margarita Zavala y su salida del PAN la que le dio vida al PRI y lo metió a la pelea. Su decisión hundió a Ricardo Anaya y abrió las posibilidades a otros aspirantes a la hipotética candidatura del Frente Ciudadano, en donde se barajan tres perfiles: Rafael Moreno Valle, Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, con más posibilidades para el jefe de Gobierno de la CDMX.
Sin embargo, Anaya sigue creyendo que el Frente es su propio Frankeinstein y que sólo él puede darle vida, pero las últimas encuestas señalan que con el panista a la cabeza, en algunos escenarios se va al cuarto lugar; Margarita en tercero; el PRI en segundo; Andrés Manuel en primero.
En el caso de Margarita, ella tiene una gran ventaja, conseguir 800 mil firmas para registrarse, que es muy complicado, al mismo tiempo es una gran campaña, si consigue esas firmas tiene el 10 por ciento de lo que necesita para pelear por la Presidencia de la República, es algo que los partidos no se van a preocupar por hacer, convencer a 800 mil ciudadanos cara a cara para que firmen es bastante, si lo consigue Margarita va a dar la pelea fuertemente.
La intención de voto de acuerdo a la última encuesta, se dirige hacia la figura de Mancera, apartidista, pero más identificado con el sol azteca. Es el mejor para ser el candidato del frente. Pero la característica del frente es justamente que es chato, que carece de frente y sigue siendo un cenáculo muy cerrado.
Por último, AMLO es innegable que llegará con ventaja al 2018, y a diferencia de las dos anteriores carreras presidenciables, no se ha casado con ningún discurso y no está abriendo frentes discursivos. Con una postura más moderada, se dice listo para hacer frente al vendaval que se viene.
Por donde se vea, La Grande 2018 los trae vueltos locos a todos.
El asunto ya está caliente
Luis A. Boffil Gómez (El Boffas)
Los ánimos en Yucatán ya se desbordaron y los políticos echarán la carne en el asador, de aquí, hasta diciembre para conocer si son preliminaristas y, de allí, a semifinalistas y finalistas.
De entrada, en Acción Nacional las cartas ya están echadas: sus organismos electorales ya decidieron que el método de designación será el que elija a los candidatos finales para la gubernatura, diputaciones federales y estatales, senadurías y 106 alcaldes.
No obstante, en este blanquiazul que pretende reverdecer laureles algo marchitos, también surgieron voces discordantes en el sentido de que lo mejor hubiera sido el voto interno de los militantes para la selección de sus futuros abanderados.
Pues no, 99.9 por ciento de los consejeros reunidos el jueves pasado votó por la designación. Uno que otro lo tachó, igual, de “dedazo”. Pronto se verán los resultados.
En el PRI, a nivel nacional la dirigencia que preside Enrique Ochoa Reza –que rece para que las cosas le salgan bien- ya determinó que la línea para seleccionar al candidato presidencial será la convención y voto de delegados. No se duda que la misma estrategia seguirá el tricolor en Yucatán.
Pero, la realidad del asunto, al menos en el PRI, es que nadie es ingenuo para saber que la orden provendrá desde arriba, o sea, del mandatario Enrique Peña Nieto, quien es el verdadero jefe del Revolucionario Institucional, más malo que bueno, pero es todavía el gran elector. En términos tradicionales, allí viene el “dedazo”.
Por su parte, el PRD estatal está todavía en la disyuntiva de pasar a formar parte del llamado Frente Ciudadano por México o Frente Amplio Democrático o el nombre que le quieran indilgar los más sabiondos.
¿Y qué piensan de Morena, el partido donde es amo y señor don Andrés Manuel López Obrador? De entrada, en las pasadas elecciones intermedias de 2015 ganó la alcaldía de Valladolid, bastión priísta de toda la vida; una diputación estatal a cargo de Yazmín Villanueva Moo, quien fiel al estilo del “aprendiz de dictador” se opone a todo sólo por oponerse y una curul federal con un tal Rogerio (el apellido se olvida) al cual ni en su casa lo conocen. Pero allí estará tres años sin producción alguna pero engordando su cartera. Cosas de la “democracia” nacional.
No hay que ser “pitonisos” para decir que la gente, mucha, está desencantada de la política y de los partidos tradicionales como PAN, PRI y PRD, las fuerzas políticas más conocidas. Simplemente la banda pensará al momento de su voto: “ya estoy harto de aquellos y mejor voto por uno nuevo; chance y compone algo en el país”. Así de sencillo. Pronóstico: Morena tendrá más votos que en 2015.
De las demás instituciones políticas como Nueva Alianza, Verde Ecologista, Encuentro Social, Del Trabajo y lo que se invente como independiente, no hay mucho qué esperar. Sólo sus alianzas a modo para sobrevivir y seguir siendo de los más lambiscones. Eso sí, con dinerito y privilegios asegurados por servir al amo en turno. ¿Verdad o mentira?
Y de los potenciales abanderados, pues hasta el momento, escasos movimientos. En Acción Nacional, las posiciones para la senaduría se las quieren disputar Raúl Paz Alonzo –sepa Dios qué méritos tendrá- y Joaquín Díaz Mena, “Huacho”, ex candidato gubernamental en 2012, un personaje que ha crecido en la diputación federal y que, sin duda, es el activo que puede proveer más votos al candidato de su partido en el medio rural. No lo pierdan de vista. Ah, que si la equidad de género. Pues cuelen a Katia BolioPinelo, la actual legisladora federal, cuyo único mérito ha sido moldear su figura –pero no le salió tan bien como a Ivonne Ortega Pacheco- y de allí, pues quién sabe qué onda con ella.
Para la alcaldía de Mérida, aparentemente la fórmula es sencilla: Cecilia Patrón Laviada, la actual directora de Desarrollo Social de la comuna meridana. Panista de corazón y “teología”; con mucha estructura a su alrededor; picando piedra desde hace más de 20 años en el panismo y, sobre todo, con mucha aceptación entre el personal de “a pie” del ayuntamiento de Mérida, gente que ha laborado desde hace muchos años allí. En sus círculos cercanos, Cecilia ha repetido que quiere contender por la alcaldía de Mérida y, por supuesto, ganar. Como todos los panistas interesados, tendrá que esperar algunas semanas más. Lo cierto es que para febrero-marzo los candidatos ya estarán listos. No habrá más tiempo, más que pedir sus respectivas licencias y a darle tres meses de talacha para captar el voto potencial.
¿Y para Gobernador de los blanquiazules? Sólo dos piezas: Mauricio Vila Dosal y el ex alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha. Que nadie se haga bolas. Hagan sus apuestas.
En el PRI, sucede algo similar que con sus legendarios opositores ya citados. No hay nada definido. Los nombres son los mismos para la gubernatura: Pablo Gamboa, Mauricio Sahuí –con todo y el alboroto de su “autodestape” que no lo fue tal-, el “gordito Marín” (Jorge Carlos), Liborio Vidal (#AmigoLibo), San Panchito Torres, Jorge Carlos Berlín Montero, Víctor Caballero Durán y hasta Roberto “Bob” Rodríguez Asaf.
Tampoco hagan merequetengue. El abanderado para la gubernatura saldrá de un acuerdo consensado entre el presidente Enrique Peña Nieto, el ya designado candidato presidencial del tricolor y, por supuesto, el gobernador Rolando Zapata Bello. Lo de la convención de delegados, voto interno, externo, “mambo y chachacha”, será la pura finta. ¿Y Mérida? Doble contra sencillo: Panchito Torres Rivas.
Y también el PRI ya tiene sus pequeñas extensiones: la diputada local María Ester Alonzo solicitó licencia a su cargo, dizque por situaciones personales. Va por la candidatura a la alcaldía de su natal Progreso. ¿Futuras diputaciones locales? Suena Luis Borjas Romero, titular de la Secretaría de la Juventud. El chavo rescató a la dependencia de la inacción y desinterés con que la tenía Alaine López Briceño, y que, a pesar de todo lo grisácea funcionaria que suele ser, podría salir premiada con una candidatura a legisladora. ¿Acaso el placeo que recientemente inició Palacio de Gobierno con ella es gratis?
Así está el panorama electorero hasta el momento en Yucatán. Nada para nadie. Pero en diciembre ya habrá más nubarrones como señalética. No desesperen, chiquíos y chiquías.
Amiguitas y amiguitos, ya saben: sugerencias para que haya más “autodestapes” y se vuelva a alborotar el gallinero, enviarlas a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y/o Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Anuncio: esta columna ya la pueden leer en Facebook los lunes: luis Antonio boffilgomez