Cuando la expectativa estaba puesta en la actuación en el debate de los cuatro candidatos al gobierno del estado, fue el formato del evento lo único que valió la pena del encuentro entre los aspirantes a relevar a Rolando Zapata Bello, pues nadie, ni los moderadores, ni los actores principales, e incluso, el Comité de Expertos entendieron o no quisieron entender lo que lo que la sociedad quería saber, dirían en mi pueblo “les quedó grande el traje”.
Durante décadas, la televisión fue llamada la fábrica de las fantasías, pues lo que en pantalla se presenta distaba mucho de ser una realidad. Este miércoles será en un estudio de TV donde se realice el primer debate entre los candidatos al gobierno del estado a puerta cerrada, sin acceso a los reporteros que se les pidió se acreditaran para atestiguar el hecho. El pretexto, el espacio y las órdenes de la producción que tendrá la batuta del evento.
A estas alturas, el Movimiento Antorchista Nacional es ya una fuerza político-electoral muy considerable. No daré cifras exactas para no provocar dudas que puedan desviar la atención de los posibles lectores con respecto al tema central de este artículo, ni objeciones inútiles de quienes no ven con buenos ojos nuestro esfuerzo organizativo. Me limitaré a señalar que nuestra presencia en los 32 estados del país es un hecho real y fácilmente comprobable; y que en ninguno de ellos nuestra membresía es inferior a los 25 mil afiliados, aunque hay entidades en que rebasamos con creces los 300 mil.
Arrancan las campañas electorales y, con ellas, incrementará la guerra mediática entre candidatos que contenderán por los 18 mil 311 cargos de elección popular federales, estatales y municipales; nuevamente, el ciudadano inerme tendrá que aguantar hasta el hartazgo la manipulación, los dimes y diretes e injurias entre estos personajes.


