Durante décadas, la televisión fue llamada la fábrica de las fantasías, pues lo que en pantalla se presenta distaba mucho de ser una realidad. Este miércoles será en un estudio de TV donde se realice el primer debate entre los candidatos al gobierno del estado a puerta cerrada, sin acceso a los reporteros que se les pidió se acreditaran para atestiguar el hecho. El pretexto, el espacio y las órdenes de la producción que tendrá la batuta del evento.
A estas alturas, el Movimiento Antorchista Nacional es ya una fuerza político-electoral muy considerable. No daré cifras exactas para no provocar dudas que puedan desviar la atención de los posibles lectores con respecto al tema central de este artículo, ni objeciones inútiles de quienes no ven con buenos ojos nuestro esfuerzo organizativo. Me limitaré a señalar que nuestra presencia en los 32 estados del país es un hecho real y fácilmente comprobable; y que en ninguno de ellos nuestra membresía es inferior a los 25 mil afiliados, aunque hay entidades en que rebasamos con creces los 300 mil.
Arrancan las campañas electorales y, con ellas, incrementará la guerra mediática entre candidatos que contenderán por los 18 mil 311 cargos de elección popular federales, estatales y municipales; nuevamente, el ciudadano inerme tendrá que aguantar hasta el hartazgo la manipulación, los dimes y diretes e injurias entre estos personajes.
Aquiles Córdova Morán
El problema de la violencia y la inseguridad generalizadas en el país, es uno de los más relevantes para explicar la inconformidad y la irritación social que todo mundo conoce y comenta. Y es muy frecuente que quienes suelen ocuparse del tema, coincidan en culpar de la debacle a la política, iniciada bajo el gobierno panista de Felipe Calderón, de emplear al Ejército y la Marina en el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada, en vez de crear una policía debidamente entrenada, organizada y armada como corresponde al Estado de Derecho. El error de Calderón, continuado en el actual sexenio, aseguran algunos, solo ha conseguido un altísimo costo en vidas y dinero y el creciente desprestigio de nuestras fuerzas armadas, responsables de la soberanía y la independencia de la nación.